La Navidad es una época para disfrutar, sobre todo en familia, pero hay a quienes esto se le complica y este momento del año tan deseado se convierte en un ´tetris´ en el que hay que encajar en apenas un mes las fiestas navideñas y los exámenes.

Se trata de los estudiantes, principalmente los universitarios cuyos exámenes son en enero, que tienen que hacer malabares para sacar horas de estudio entre los numerosos eventos de estos días. Muchos se agobian y no sacan el máximo partido al tiempo de estudio.

Desde el Servicio de Asesoramiento y Orientación Personal (SAOP) de la Universidad de Murcia y Verónica López Balibea, psicóloga especialista del Centro Psicológico y de Enseñanza EDUCADOS, que imparte los Programas de Técnicas de Estudio y Estrategias de Aprendizaje del Instituto Pascal, dan diez claves para sacar provecho al estudio en Navidad:

1. La constancia es vital

Aunque lo recomendable es dedicar una pequeña o gran parte de tiempo (depende de la dificultad del examen) todos los días a estudiar o al menos repasar, en Navidad se permiten las excepciones. El 24, 25 y 31 de diciembre, así como el 1 de enero, se convierten en «días libres» para el estudiante. Eso sí, para poder disfrutar de ese tiempo es imprescindible no desconectar el resto de jornadas. Resulta necesario mantener una mínima regularidad y ser constantes, sin ninguna otra excepción. Todos los días se pueden sacar al menos un par de horas.

2. Tu lugar de estudio no forma parte de la decoración navideña

Procura que tu punto de estudio no sea una exposición. Pon tu mesa en orden y retira todo aquello que te distraiga para que tu mente no se sature. Además, aunque el ritmo de la época navideña en muchas ocasiones nos deja exhaustos, la cama nunca es un buen lugar para estudiar, ya que el resultado probablemente no sea el deseado.

3. El calendario de estudio sí puede formar parte de la decoración navideña

Es muy recomendable realizar planificaciones escritas y visuales que podamos ver en todo momento. Establecer un calendario de estudio teniendo en cuenta nuestros objetivos y el tiempo que tenemos disponible es el primer paso hacia el éxito, y ese calendario debe estar en un sitio visible, ya sea en la parte de la casa que se usa para estudiar o en la carpeta para llevarlo siempre si se estudia fuera.

4. No te engañes a ti mismo

Las planificaciones del tiempo deben ser realistas, por lo que tenemos que tener en cuenta todas aquellas actividades y tareas que realizamos a lo largo de nuestro día a día, durante toda la semana. Por eso, se debe plasmar cada actividad ocupando el tiempo real que nos llevará. Si nos organizamos con tiempo suficiente y de manera objetiva, no nos faltará tiempo para nada. El problema viene cuando organizamos un horario de estudio que luego resulta imposible de ejecutar.

5. El móvil, ¡lejos!

Durante la Navidad llegan las felicitaciones vía Whatsapp y los chats en grupo arden con la planificación de encuentros y celebraciones. Por ello, toca dejar a un lado el teléfono para que no suponga una distracción. Hay que mantenerlo lo más alejado posible y, por supuesto, quitar el sonido a las notificaciones, así como limitar a los descansos el tiempo que dediquemos a contestar a los mensajes.

6. Piensa bien cuándo hacer los descansos

«Me pongo a estudiar dos horas y descanso». Este tipo de frases es uno de los errores más habituales que cometen los estudiantes. No se trata de planificar los descansos en función del tiempo, sino por contenidos. La meta para lograr unos minutos de respiro debe ser los temarios. Así, la cosa cambia: «Acabo este tema y descanso».

7. Basta de estudiar primero lo que más te gusta

Ya que nuestro tiempo de ocio depende de que nos aprendamos el temario, hay que organizar bien el contenido. Resulta muy apetecible empezar por ver aquello que más nos gusta, pero de esta forma solo nos estamos perjudicando. Durante las primeras horas de estudio es cuando más está presente la concentración y mejor se asimilan los conceptos, así que ese tiempo debe dedicarse al contenido más difícil o que menos llame la atención.

8. Siempre positivo

Embarcarse en estudiar algo que resulta detestable complica bastante la cosa. Dado que en ocasiones no hay otra opción, se trata de buscar algo positivo en todo lo que aprendamos. Es muy difícil lograr concentrarte para estudiar algo que aborreces, por lo que es fundamental encontrarle al temario algo de interés o intentar relacionarlo con algo que nos guste.

9. Vuelve a casa por Navidad, pero con límites

Para los que normalmente viven fuera de casa, al volver por Navidad muchas veces se sienten desubicados y les cuesta más concentrarse. Reencontrarse con los familiares muchas veces supone una distracción, ya que buscan pasar tiempo contigo. Lo importante es dejar claro en casa que a determinadas horas nadie debe molestar y tomarse la vuelta con tranquilidad, siempre hay tiempo para ponerse al día.

10. Cuidado con las comidas familiares

No se trata de no acudir a los eventos familiares ni mucho menos, pero hay que tener claro que después de una comida copiosa el cuerpo no va a estar en las mejores condiciones para estudiar. Así, se debe tener en cuenta que es necesaria al menos una hora para reposar, por lo que es muy importante planificar el tiempo de estudio en función a ello.