Detrás de ese lazo rosa que simboliza el cáncer de mama se esconde toda una realidad que trasciende el ´furor rosa´ en que se ha convertido este día. Agradecidas, sin duda, por ese apoyo social que cada día nos hace más visibles, pero con un punto de cordura que hace que nunca perdamos la perspectiva de saber que muchas mujeres, compañeras, no lo superan; cordura para no aceptar que el rosa ´vende´ mucho y que no todo vale en la lucha frente a la enfermedad.

Somos muchas las mujeres que integramos el movimiento asociativo de pacientes y desde este ámbito seguimos apostando, como en años anteriores, por un Sistema Nacional de Salud de gestión pública que ofrezca una atención integral, personalizada, multidisciplinar y de calidad, de acceso universal y gratuito.

Estamos convencidas de que la solidaridad, la resolución de las desigualdades sanitarias y el trabajo a favor de la equidad, debieran representar una línea estratégica del conjunto de las administraciones sanitarias que gestionan el Sistema Nacional de Salud, garantizando una Cartera de Servicios única y común, con independencia de la administración gestora, para que todas las pacientes tengan las mismas prestaciones y servicios con independencia de su lugar de residencia.

Desde la asociación apoyamos la investigación y la innovación. Sabemos que este es el camino para superar el margen que aún nos queda frente a la enfermedad.

Hemos recorrido un largo camino y ahora surgen nuevos retos: preservar la fertilidad, atender a las largas supervivientes, explorar nuevos campos en el ámbito de la prevención, incorporar nuevas terapias a los tratamientos convencionales, racionalizar el precio de los fármacos para hacerlos más asequibles para las pacientes, etc€

Nosotras, por nuestra parte, mantenemos nuestro compromiso de avanzar para disponer de pacientes activas, informadas, empoderadas y autónomas, capaces de tomar decisiones que afectan a su salud; pacientes que hacen del día 19 de octubre algo más que un lazo rosa.