La lluvia no sólo ha causado incontables daños materiales y humanos en aquellos municipios dónde el agua ha irrumpido con más fuerza, como es el caso de la zona del Mar Menor. Lejos de allí, en ciudades como Murcia o Cartagena, bares y comercios han visto cómo el temporal les aguaba el arranque navideño.

Hosteleros y comerciantes de ambas ciudades coinciden en que el fin de semana ha sido «desastroso» para las cajas de sus negocios. En la capital del Segura, Juan Francisco Carmona, presidente de la sección de restauración de la asociación Hostemur expone que «hemos tenido muchas cancelaciones de última hora debido a que la gente no podía acudir a la comida o a la cena por culpa de la lluvia». Carmona sostiene que «ha variado en función de cada restaurante, pero todos hemos perdido comensales. Teníamos muchas mesas de comidas o cenas de empresa a las que venían casi la mitad de la gente prevista y, otras, que se han cancelado por completo minutos antes de la hora de la reserva».

El problema de esto, según el portavoz de Hostemur, es que muchos establecimientos incrementaron su plantilla de camareros para el fin de semana y, además, llenaron sus despensas con productos que luego no gastaron e, incluso, tuvieron que acabar tirándolos a la basura. «Muchos hosteleros echaron toda la carne en el asador el fin de semana pasado», señala. En el caso de Murcia, añade Carmona, el daño por el temporal se ha alargado incluso hasta el mismo lunes. «La cancelación de las clases en los colegios también nos ha quitado comensales en muchas mesas el primer día de la semana», se queja el hostelero.

Tres baches en plena pascua

En Cartagena la cosa ha evolucionado de una forma muy similar a Murcia. Juan José López, presidente de la asociación de hosteleros Hostecar confirma que prácticamente todos los restaurantes que tenían reservas sufrieron alguna cancelación sobre la bocina. «El pasado fin de semana era el más fuerte del año, y, por supuesto, el más importante de las navidades. Ya que este año los días grandes de las fiestas caen en fin de semana», asegura. De modo que el empresario reconoce que estas pascuas han perdido tres fines de semana: el del temporal, el de Nochebuena y Día de Navidad, y el de Nochevieja y Año Nuevo. Y es que las citas clave de estas vacaciones ocupan sábado y domingo ene l calendario.

Los hosteleros cartageneros tenían previsto incrementar su caja respecto a las navidades del año pasado. Sin embargo, este bache que les ha ocasionado la borrasca no les permitirá alcanzar esa mejoría que esperaban. «Nos conformamos ahora con empatar al menos lo que ya hicimos las pasadas Navidades, que fueron bastante buenas», afirma López. Las cancelaciones, según el presidente de Hostecar, se han producido en restaurantes y bares de todo el municipio. «En Cabo de Palos, el centro de la ciudad de Cartagena e, incluso, la periferia del municipio ha habido establecimientos que se han quedado con la mesa puesta y sin clientela a consecuencia de las fuertes lluvias que han caído».

Los hosteleros de Murcia y Cartagena confían en poder remontar la campaña navideña en los próximos días. Aunque, siendo realistas, manifiestan ser conscientes de que es muy difícil que esas grandes mesas de 30 o 40 comensales vuelvan a reunirse tras haber cancelado su reserva. Admiten que es muy difícil volver a poner de acuerdo a tanta gente para ir a comer o a cenar. Al menos, confían en que estas reuniones de amigos o de compañeros de trabajo se produzcan en los primeros meses del año.

Casi nadie salió a comprar

La situación ha ido también en la misma tónica en las tiendas de las calles comerciales de las dos ciudades más importantes de la Región. En Murcia, por ejemplo, la asociación de comerciantes Triángulo expone lo sucedido. Carmen Piñero es la presidenta de este colectivo de empresarios que tienen sus tiendas en las emblemáticas calles Constitución, avenida de la Libertad y Primo de Rivera. «No se ha vendido ni la mitad de lo que esperábamos. No había gente en la calle, porque todos los mensajes que se lanzaban a la población iban destinados a que todo el mundo permaneciera en sus casas sin salir durante los días fuertes de lluvia», explica Piñero. Ella confía en vender todo lo que no se ha vendido en estas jornadas que quedan de cara al día de Navidad, pero es consciente de que «nos quedan muy pocos días y este fin de semana preveíamos que fuera uno de loo más fuertes de ventas del año». Además, en Murcia, el temporal también hizo mermar la afluencia de público a la cita nocturna del comercio de la capital del Segura, que se celebró el viernes. «A la Shopping Night vino muchísimo menos público que otros años por la lluvia, así que ya arrancamos con mal pie el fin de semana», apunta Piñero, quien también añade que «teníamos previsto abrir también el domingo, pero tal y como estaba el tiempo, todos los negocios dejamos la persiana bajada».

En Cartagena, Antonio Sánchez, presidente de los comerciantes del centro histórico de la ciudad portuaria, hace balance de la escasez de ventas durante el pasado fin de semana. «No hubo ventas, fueron prácticamente nulas. En Cartagena sólo salió a comprar algo aquél que necesitaba algo por imperiosa necesidad», resume el vendedor. No obstante, Sánchez cree que lo mejor de la Navidad está por llegar en la ciudad. «Aunque la lluvia nos haya fastidiado el arranque navideño, aquí la gente es más de comprar en Reyes y no se estila tanto el Papa Noel, así que aún nos quedan días fuertes en cuanto a ventas se refiere». De todos modos, Sánchez asume que «el día perdido nunca se recupera» aunque reconoce que la «ilusión de remontar los daños del temporal tampoco se pierde».

Barro en el Mar Menor

Los portavoces de los colectivos de comerciantes y hosteleros de las ciudades de Murcia y Cartagena exponen que apenas ha habido que lamentar daños materiales por inundaciones en sus establecimientos, salvo excepción de casos aislados. Sin embargo, en otras zonas de la Región, como los municipios del Mar Menor, han sido muchos los negocios que se han visto completamente anegados por el agua y el barro. San Javier y Los Alcázares han sido dos de los lugares más perjudicados. Ayer mismo, como se recoge en las imágenes, muchos empresarios tuvieron que coger escobas y fregonas para poner al día lo que quedaba de sus negocios. Las pérdidas son aún incuantificables para los comercios y bares damnificados. Todo el género echado a perder y varios días por delante para poder recuperarse a tiempo de cara a una campaña navideña que a día de hoy se les viene encima aún con la persiana cerrada a consecuencia de unas inundaciones que han afectado a prácticamente todos los sectores económicos de la Región de Murcia.