El presidente de la CROEM murciana, José María Albarracín, que forma de la Cámara de España en representación de la patronal nacional CEOE, está dispuesto a presentarse como candidato a la presidencia de la Cámara de Comercio de Murcia. El máximo responsable de la CROEM, que apuntó esta posibilidad en una entrevista publicada por LA OPINIÓN a mediados de octubre, ha confirmado su interés por sustituir a Pedro García-Balibrea al frente de la corporación, cuando se convoquen las elecciones que llevan ya varios años de retraso, a la espera de que las comunidades autónomas acaben de incorporar a su legislación la reformas introducidas por el Gobierno central en la Ley de Cámaras nacional.

Esta ley introduce cambios significativos en la concepción de las cámaras, como la posibilidad de que asuman determinados servicios a las empresas para ayudarse en su financiación, que se ha visto muy comprometida desde que fue eliminada la adscripción obligatoria de las empresas y éstas dejaron de ingresar las cuotas.

Hasta ahora, el único empresario que también ha mostrado su disposición a presentarse como candidato a la presidencia de la Cámara es Salvador Huertas, miembro de la dirección de la FREMM, que dejó el pleno corporación en febrero de este año, al retirarse de la dirección de su empresa, aunque mantiene otras actividades.

José María Albarracín, que fue elegido presidente de la CROEM en noviembre de 2013, ya dijo en declaraciones a este periódico que no tenía intención de presentarse a la reelección ni de agotar los ocho años de mandato que contemplan los Estatutos de la confederación empresarial, que él mismo reformó inmediatamente después de ser elegido.

Como cumplirá cuatro años en el cargo en noviembre de 2017, su intención es esperar unos meses más para dejarlo en la asamblea ordinaria que la patronal murciana celebrará previsiblemente en primavera de 2018.

En principio no hay fecha prevista para la convocatoria de elecciones a las cámaras de Comercio, pero según ha informado el propio Albarracín, la Cámara de España «ha urgido a las comunidades autónomas para que adapten cuanto antes su legislación a la reforma estatal», con el fin de evitar que el mandato de los actuales presidentes y de los comités ejecutivos siga prolongándose indefinidamente.

Según sus cálculos, hay al menos ocho autonomías que no han reformado todavía su ley autonómica. Murcia no se encuentra entre las comunidades remolonas, dado que el Gobierno regional introdujo estos cambios en 2014, dentro del plazo establecido por la Administración central, durante el mandato de Juan Carlos Ruiz como consejero de Industria y Turismo.

García-Balibrea, que no tiene intención de volver a presentarse, ha visto cómo se alargaba su último mandato durante varios años por el retraso de las comunidades en la reforma de sus leyes autonómicas y por el largo periodo de tiempo que el Gobierno central ha permanecido en funciones. Una vez constituido el nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy, si las comunidades cumplen el mandato de adaptar sus leyes autonómicas, las elecciones en las Cámaras de Comercio podrían celebrarse en el segundo semestre del próximo año. En ese caso, cabría la posibilidad de que Albarracín no hubiese abandonando todavía la CROEM y compatibilizara la presidencia de ambas instituciones hasta mediados de 2018. En Región solo se ha producido esta situación en Cartagena, con el fallecido Manuel Pérez de Lema, que presidió la Cámara y la patronal COEC.

José María Albarracín mostró su «respeto y admiración personal» por García-Balibrea, del que dijo que «ha hecho una labor extraordinaria», pero consideró que «ya querría descansar».

El presidente de la CROEM, que desde su llegada a la patronal ha realizado grandes cambios en los estatutos -como la limitación de mandatos a un máximo de ocho años- y ha dado un mayor protagonismo a la Confederación frente a las instituciones públicas, además de resolver los graves problemas financieros que encontró al llegar a la presidencia, defiende también la renovación en la Cámara de Comercio y la entrada de «savia nueva», para revitalizar estas corporaciones, cuyas principales funciones están en el apoyo a la exportación y en la formación.