El portavoz del comité de expertos sobre el Mar Menor, Ángel Pérez Ruzafa, afirmó ayer que, aunque no tiene una certeza absoluta, cree que la laguna sigue en estado «muy crítico», pero no ha alcanzado el punto de no retorno que haría irrecuperable el ecosistema.

Ruzafa, que compareció ante la Comisión Especial del Mar Menor de la Asamblea Regional, indicó que llegó a pensar en septiembre que la laguna había alcanzado ese umbral, si bien actualmente «es optimista» con los datos sobre los niveles de oxígeno en el agua y porque siguen funcionando los mecanismos de regulación.

Para el catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia, la desaparición del 85% de la pradera central del alga caulerpa y de la fanerógama cymodocea, denunciada por Anse y el IEO, ya se sabía y «no es necesariamente malo» porque indica que «están pasando cosas», apostillando que «no se puede decir que se nos haya ido todavía de las manos».

Según Ruzafa, esta eliminación permite al Mar Menor retornar la situación previa a la apertura del canal del Estacio, pudiendo evolucionar hacia bien, permitiendo que el sedimento se oxigene y pueda recolonizarse con la pesca, que se alimentaría del fitoplancton; o hacia un estado peor, creando una masa interna de materia orgánica que acentúa la falta de oxígeno. Y explicó que un ecosistema tiene una «resiliencia hasta un límite y, si se sobrepasa, se rompe y se alcanza un punto de no retorno», pero apuntó que desconoce si la laguna está en este punto.

Pérez Ruzafa añadió que es «clave» acabar con la entrada de nutrientes agrícolas y remarcó la inconveniencia de dragar las golas y los canales y de proponer medidas por separado, como hacer tanques de tormenta «que no sirven para nada», o filtros verdes que deben implantarse para evitar la llegada de caudales y no para depurarlos.