Las personas con discapacidad de la Región tienen una mayor predisposición a buscar trabajo, pero presentan también tasas de desempleo superiores a la media de España, según revela un estudio realizado por el profesor de la Facultad de Economía de Universidad de Murcia Ildefonso Méndez, que hoy dará a conocer en una jornada organizada por el Consejo Económico y Social (CES). En el informe han participado también Eduardo Martínez Gabaldón y José Manuel Santos Jaén. Méndez intervendrá como ponente en la presentación del Cuaderno del CES que lleva por título 'Las personas con discapacidad y su relación con la actividad económica en la Región de Murcia'.

Su principal conclusión es que «las personas con discapacidad intelectual o relacionada con el habla tienen una relación marginal con el mercado de trabajo tanto en España como en Murcia».

Un grupo de trabajadores con discapacidad, empresarios y técnicos especializados debatirán la situación de la discapacidad en Murcia en una mesa redonda moderada por Pedro César Martínez López, gerente de Fundown.

Ildefonso Méndez explicó que, pese a los intentos de los discapacitados murcianos por conseguir empleo, «la elevada tasa de paro que existe en la Región limita sus posibilidades de conseguir trabajo». Su capacidad de inserción laboral también se ve limitada por «su déficit educativo», dado que la mayoría tiene un nivel de estudios mínimo.

Añadió que la atención temprana y el apoyo durante la infancia y la etapa de desarrollo es vital para conseguir que los discapacitados puedan desarrollar las habilidades necesarias para desenvolverse en un puesto de trabajo. Por otra parte, apuntó que a medida que mejora la formación y la capacidad de respuesta ante cualquier situación, mejora también la confianza en sí mismos, que es otro de los factores determinantes para el empleo.

El profesor destacó en algunos casos de discapacidad, como en el de las personas autistas, «está demostrando que pueden resultar mucho más productivos para las empresas a la hora de realizar trabajos repetitivos y mecánicos, dado que tienen un nivel de atención sostenida y continuada que supera a la de los demás trabajadores». A su juicio, el hecho de que la Región no disponga de un sector industrial potente que ofrezca puestos de trabajo con las características específicas que reúnen los discapacitados podría ser una de las causas de su escaso nivel de ocupación en relación a otras comunidades.

Ildefonso Méndez también mostró cierta sorpresa ante las dificultades que encuentran muchos discapacitados para pasan por los centros especiales de empleo para seguir después una trayectoria en las empresas privadas. «Si una persona con discapacidad inicia su vida laboral en un centro especial de empleo, va a ser muy difícil que logre salir», señaló, aunque dejó claró que «este tipo de centros son herramientas muy valiosas».

El estudio revela también que «los hogares con al menos una persona discapacitada tienen menor vinculación con la actividad económica, mayor riesgo de pobreza y son más vulnerables a los cambios en la coyuntura económica».