El exasesor urbanístico del Ayuntamiento de Marbella (Málaga) y cerebro de la operación Malaya, Juan Antonio Roca, visitó ayer en su Cartagena natal las tumbas de su madre y de su padre tras salir el sábado por la tarde con su primer permiso desde su encarcelamiento en marzo de 2006.

Tras su salida a media tarde del sábado de la prisión provincial de la localidad malagueña de Alhaurín de la Torre con un permiso de tres días, se dirigió sobre las 11.00 de ayer a la tumba de su madre en el cementerio municipal de San Antón, en la ciudad portuaria, al que llegó acompañado de su hija en un todoterreno.

Vestido con pantalón marrón, camisa y jersey azules y gafas de sol, se mostró incomodo a la entrada del camposanto donde permaneció casi una hora por la presencia de varios redactores gráficos, a quienes recriminó con educación que estuvieran realizando su trabajo en ese lugar de intimidad y recogimiento.

Después se desplazó al cementerio de Santa Eulalia, en la cercana diputación cartagenera de Canteras, donde estuvo ante la tumba de su padre también junto a su hija unos 15 minutos.

La Audiencia Nacional confirmó la semana pasada el permiso al apreciar que está colaborando para pagar sus responsabilidades civiles y en atención a su buen comportamiento en prisión.

Fuentes judiciales señalaron que Roca no podía ir a Marbella, ya que el permiso se le concedió para fuera de ese municipio malagueño, por lo que se trasladó a Cartagena con su familia y bajo medidas preventivas.