Vivimos en una sociedad donde las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) están abriendo el camino de una nueva economía. En una sociedad donde las nuevas tecnologías deben desarrollarse sin descanso. Una sociedad que avanza a un ritmo vertiginoso porque demanda las necesidades y, en muchas ocasiones, los intereses o caprichos de sus habitantes, convirtiéndolos en usuarios. Y los hay de muchos tipos. Usuarios de ocio a través de la tecnología, demandantes de empleo, proveedores y clientes, comerciantes, directivos de grandes empresas y de Pymes, educadores y docentes, gobernantes, científicos o investigadores, por enumerar algunos.

Y los usuarios somos inconformistas. Demandamos muy rápidamente y creamos una sociedad dinámica y sobreinformada. No hay horas suficientes al cabo del día para absorber toda la información que nos interesa. Y es por eso que cada vez más se desarrollan y triunfan las plataformas que realizan búsquedas dirigidas a nuestros gustos, aficiones o necesidades, anticipando nuestras decisiones. Y todo ello, a su vez, demanda redes de comunicación de gran ancho de banda o redes ultrarrápidas.

Ambos aspectos, la necesidad de disponer de enormes cantidades de información y el despliegue de redes de comunicación, deben crecer a la misma velocidad, lo que implica que los operadores y la propia administración deban entenderse para que se realicen mayores inversiones en nuestras demarcaciones. De lo contrario el crecimiento de las TIC no es posible.

Todos los agentes involucrados en el desarrollo de las TIC debemos ser conscientes de que grandes infraestructuras de comunicación para la transmisión de enormes cantidades de Gigabytes, lleva unido el tratamiento de dicha información. Momento también para el BigData. Clave en todo este proceso.

Y por último, es importante integrar todos estos aspectos en una herramienta que permita hacer más fácil la vida de los ciudadanos. No podemos ser esclavos de la tecnología, sino usarla para ser más felices. En este punto es donde el concepto Smart City toma todo el sentido. Esta plataforma de integración tecnológica debe desarrollarse de manera eficiente y ponerse al servicio del ciudadano para que la calidad de vida sea mucho mayor, para que los servicios sanitarios sean accesibles de forma mucho más digital o para que los procesos de simplificación administrativa eliminen muchas barreras tecnológicas y favorezcan el trabajo efectivo. Finalmente, el círculo se cierra con la formación, fundamental en el uso de estas tecnologías.

Tenemos el reto, entre todos, de conseguir que todos estos aspectos crezcan a la misma velocidad pero con el mismo objetivo de tener un mejor nivel de vida, motivado por un rápido y ordenado acceso a la información, desde cualquier posición social. Los ingenieros de telecomunicación, los ´telecos´ estamos llamados a liderar este cambio, basado fundamentalmente en la innovación y en las nuevas tecnologías. Y es que, sin duda, es el momento de las TIC en España.