«Un compañero fue apuñalado en el costado con una rejilla del aire acondicionado», asegura el portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Murcia, Javier Monje, sobre el motín y la huida de internos que ocurría el lunes por la noche en el CIE de Sangonera.CIE de Sangonera

A juicio del responsable del SUP, esta agresión no habría ido a más «de haber tenido un chaleco anticuchillos».

«Somos (la Policía) una institución pública que no cumple la Ley de Riesgos Laborales», lamenta.

Además, Monje explica que, cuando los internos que escaparon eran localizados en las inmediaciones del centro, «se armaban con piedras para agredir a los compañeros. Se las tiraban para evitar la detención».

«Los policías están desolados y no quieren trabajar allí», asevera el portavoz de esta agrupación. Asimismo, detalla que son las familias de los propios agentes las que muchas veces les piden que no vayan a trabajar al CIE.

Preguntado por si este centro es una cárcel, Javier Monje admite que «es parecido», pues «está rejado y los internos están encerrados». «El régimen es semipenitenciario y los internos tienen unos horarios», indica.

Apostilla que el mismo CIE hay personas que «han cometido pequeños delitos de hurtos y agresiones, y que están mezcladas con ciudadanos extranjeros que no han cometido delito alguno».

Monje aludió al dispositivo policial de refuerzo de las últimas semanas -la primera agresión fue en octubre y desde entonces se han movilizado agentes de Andalucía, Valencia, Cartagena y Lorca-, pues considera que el motín «no ha sido una falta de personal».«En la UIP están preparados», dice.

El problema está, a su juicio, en que el centro «no cuenta con las medidas de seguridad adecuadas, con la infraestructura».

Fuentes policiales explicaron ayer que, desde que se produjo el primer incidente en el centro de Sangonera (el pasado mes de octubre) la seguridad en el mismo «se ha triplicado».

No obstante, apuntaron que, por muchos policias que haya vigilantes en el lugar, poco pueden hacer si un numeroso grupo de internos se lanza a agredirles o insiste en organizar una fuga.