Tener una población infantil sana, sin problemas de sobrepeso, supone que en el futuro también serán adultos sanos, una sociedad libre de la epidemia del siglo XXI: la obesidad.

Con el objetivo de modificar la actual ´foto´ de la Región, en la que el 10% de los menores sufre de obesidad y el 20% de sobrepeso -dos puntos por encima de la media nacional-, la consejería de Sanidad ha decidido vigilar el índice de masa corporal de los niños. «Hay que lograr bajar estos porcentajes, incluso mejorar la media nacional», apuntó ayer la titular de este departamento, Encarna Guillén.

Guillén presentó ayer la campaña #Pormisalud, que este mes de septiembre está centrada en la prevención de la obesidad infantil y en la promoción de los hábitos saludables en nutrición en niños y adolescentes.

Una de las herramientas puesta en marcha por Sanidad es un nuevo sistema informático implantado en las consultas de pedriatríaa de Atención Primaria, con el que la Consejería hará un seguimiento a los niños en materia de nutrición y alimentación, lo que les permitirá controlar el desarrollo de los menores.

Paralelamente, desde el pasado mes de mayo, la Consejería tiene en marcha un plan personal piloto, denominado ´Protocolo sobrepeso/obesidad infantil´, que también llevan a cabo pediatras y enfermeros de pediatría. Hasta ahora se lleva a cabo en los centros Alcantarilla-Sangonera; Alcantarilla-Casco; Las Torres de Cotillas; Mariano Yago; Francisco Palao; Molina-Dr. Antonio García y Molina-Jesús Marín. La intención es ampliarlo a todos los centros de salud de la Región.

Sin olvidar las actuaciones preventivas en un primer escalafón, en el que la prevención -apostando por una dieta equilibrada y hábitos de vida saludables- está en el centro de las actuaciones, la Consejería da un paso más, incorporando a los programas de seguimiento a los niños que ya están en sobrepeso.

Guillén destacó que «los datos nos preocupan, pero estamos a tiempo de seguir trabajando en las múltiples acciones que hemos puesto en marcha y que ya están dando resultados». Y añadió que «son abordajes al mismo problema complementarios y cuyo fin último es lograr un niño sano y bien nutrido para que sea un adulto sano y sin las enfermedades crónicas que provoca actualmente la obesidad».

Comer bien

Además, la Consejería ha querido aprovechar el inicio del curso para hacer hincapié en la necesidad de que niños y adolescentes sigan una dieta equilibrada.

Marta Garaulet, premio nacional de Gastronomía este año, y una de las profesionales con más experiencia en la nutrición y la prevención de la obesidad, presentó ayer junto con la consejera Guillén un menú como ejemplo de dieta saludable para niños en edad escolar.

«Es importante que los hábitos comiencen en el seno de la familia y que tanto padres como hijos coman bien», indicó Garaulet, quien advirtió que no se debe premiar a los menores «a través de la comida, ofreciéndoles dulces o chocolates».

Por último, la nutricionista incluyó la actividad física entre los hábitos de vida saludables, «en un momento en el que las tablets, los ordenadores y los móviles les restan mucho tiempo de estar al aire libre y hacer ejercicio. Hay que poner un horario a cada actividad», defendió.