José María García Basterrechea es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Murcia (1975), Doctor en Medicina por la Universidad de Murcia en 1994 con la calificación de ´Cum Laude´y, desde 1987, jefe de la Unidad de Desintoxicación Hospitalaria del Hospital General Universitario de Murcia. Además, es profesor Asociado del Departamento de Medicina de la Universidad de Murcia.

¿Es el tabaco el mayor enemigo de la salud?

En números absolutos totalmente. Piense que el tabaco es una sustancia que está incorporada a nuestra cultura desde hace cientos de años, y que es consumida por una altísima cantidad de la población. Más del 60% de la población española ha consumido tabaco de forma adictiva en algún momento de su vida. Este año se esperan más de 6 millones de muertes, y aproximadamente, entre 3 y 4 murcianos mueren diariamente por enfermedades relacionadas por el consumo de tabaco, ya sea por enfermedades cardiovasculares, tumores malignos o enfermedades pulmonares.

¿Cuál es el mejor momento para dejar de fumar?

Cualquier momento es bueno. Dejar de fumar es lo mejor que un paciente puede hacer por su salud, ya que genera una esperanza sobrevenida de vida de entre 12 y 20 años. Asimismo, dejar de fumar aumenta la calidad de vida del paciente con creces. Sabemos que muchos de ellos fracasan y vuelven a fumar. De hecho, muchas veces se necesitan unos 4 o 5 intentos hasta conseguir dejarlo definitivamente. Aun así y pese a las recaídas, todo el tiempo que se haya estado sin fumar habrá sido beneficioso para la salud.

¿Cuál es la tasa de efectividad de deshabituación tabáquica?

Según nuestros estudios y nuestras estadísticas, la mitad de los que lo intentan lo consiguen, lo que sucede es que la enfermedad adictiva se define como una afección crónica con recaídas. En este sentido, hay que ser consciente de que hoy podemos dejar de fumar pero se puede volver a fumar después. No siempre conseguimos la eficacia, pero nuestra función es disminuir los problemas que el tabaco produce, alargar los años de vida y aumentar la calidad de ésta.

¿Cuál cree que es el reto en la lucha contra el tabaco?

Hacer que se cumpla la Ley antitabaco. Esta fue un paso utilísimo en la disminución de los ingresos por infarto, asma y enfermedad pulmonar, pero en estos momentos está habiendo una tolerancia excesiva con la no cumplimentación en espacios prohibidos para fumar. Por otro lado, la Administración también debe tomar en serio esta patología, y deberíamos plantearnos el abordaje como lo hacemos con la diabetes o la hipertensión. El tabaquismo, junto con las anteriores y la obsesidad, son enfermedades que quitan muchos años de vida. Se ha hecho mucho por mejorar pero aún queda mucho por hacer.