El consejero de Hacienda y Administración Pública, Andrés Carrillo, comprobó ayer los efectos que pueden llegar a tener las imprudencias al volante. Carrillo pudo experimentar personalmente lo que le ocurre cuando vuelca el coche y la importancia que tiene el cinturón de seguridad en estos casos, durante la apertura del curso organizado por la Consejería para fomentar la conducción segura y evitar los accidentes de tráfico que sufren los funcionarios de la Administración regional en los desplazamientos de ida y vuelta al trabajo.

Los alumnos participantes en el curso realizan una serie de pruebas para experimentar las consecuencias de no utilizar el cinturón de seguridad o los sistemas de retención infantil. El simulador de vuelco es una de las experiencias más impactantes.

Sesenta funcionarios de la Comunidad Autónoma, ayuntamientos, Administración del Estado y universidades públicas de la Región participan en el curso organizado con el objetivo de reducir la siniestralidad en los desplazamientos y mejorar las condiciones de seguridad.

Andrés Carrillo explicó que "el Gobierno regional trata de formar a los empleados públicos en una conducción segura, porque la seguridad vial es una responsabilidad de todos y, especialmente, de las instituciones públicas".

También hay pruebas destinadas a sensibilizar a los funcionarios sobre el consumo de alcohol para conocer los efectos que produce, mediante unas gafas especiales que simulan la visión del conductor con distintas tasas de alcoholemia y lasa dificultades para realizar operaciones tan simples como abrir y cerrar el vehículo, desplazarse entre conos o subir un escalón, según han informado la Consejería en una nota de prensa.