La presencia de menores en este tipo de embarcaciones ilegales «es inusual en las costas de la Región Murciana», indicó Andrés Linares, responsable del Equipo de Respuesta Inmediata de la Cruz Roja, tras la llegada de 26 menores inmigrantes en las últimas últimas pateras interceptadas esta semana, donde ningún menor necesitó asistencia sanitaria urgente.

Por otro lado, este invierno según fuentes del Servicio Marítimo, se han avistado un menor número de embarcaciones ilegales respecto a otros años en las costas de la Región de Murcia. La climatología «sigue siendo uno de los principales factores que influyen en la llegada de barcos cargados de inmigrantes», subraya Linares.

«Muchas veces cuando tenemos la primera toma de contacto con ellos, se encuentran desorientados y desconocen los días que llevan navegando», añade

Una mochila con un pocos de objetos personales y varias capas de ropa que suelen llevar encima «son los únicos enseres que transportan durante los siete u ocho días que puede pueden estar navegando», lamenta.

Además, asegura que las embarcaciones empleadas en los trayectos suelen ser botes de cuatro metros, aproximadamente, con un motor pequeño donde suelen encontrarse a bordo más de la mitad de las personas que la capacidad del barco permite.

Tras el traslado de la patera por parte de Salvamento Marítimo, son llevados a la base que establece la Cruz Roja donde se encuentra un interprete, así como médicos, personal de emergencias y ambulancias en caso de ser necesario el traslado de algún repatriado al hospital más próximo.

Una vez trasladados, el equipo de la Cruz Roja de la Región se encarga de la atención sanitaria de las personas que se encuentran a bordo de estas embarcaciones.

«Se alegran al ver que nos acercamos a ayudarles y colaboran en todo lo que les pedimos. Además, se les aporta ropa, comida y agua ya que la gran mayoría llegan deshidratados al llevar navegando durante varios días y al haber estado expuestos a las altas temperaturas», añade Linares.