­Doctor en Biología por la Universidad de Murcia (2003), Fernando de la Gándara accedió hace año y medio a la dirección del Centro Oceanográfico de Murcia del Instituto Español de Oceanografía (IEO). Antes de lo previsto, según él mismo reconocía, y tras diez años de trabajo, su equipo logró cerrar el ciclo biológico del atún rojo atlántico (Thunnus thynnus) en cautividad: 50.000 huevos viables puestos por reproductores nacidos también en piscifactoría, en concreto en las instalaciones del centro en Mazarrón. Un logro a escala mundial.

Haga una breve historia del proyecto.

El germen se produjo a finales de los años 90 cuando un investigador israelí empezó a coordinar los trabajos de los investigadores que teníamos interés en todo el Mediterráneo en la domesticación del atún rojo. El IEO en 20o2 tomó el liderezgo y fuimos concatenando diversos proyectos de investigación con este fin. En 2003, la UE nos financia un proyecto para demostrar que esta especie se puede reproducir en cautividad, lo que logramos en 2006. Entonces obtuvimos los primeros huevos, y fue una noticia que dio la vuelta al mundo, pero no pasamos de ahí. En 2008, llegó, de nuevo de la mano de la UE, el proyecto definitivo, el Selfdott, en el que se nos pide ser capaces de reproducir juveniles de atún rojo.

Y lo consiguieron.

Sí, en 2009 obtuvimos puestas masivas de huevos en granjas flotantes, y la foto en la que Aurelio Ortega y yo sostenemos un bote con millones de huevos fértiles de atún rojo se vio en todo el mundo. Después, en 2011 ya obtuvimos los primeros juveniles sin que se nos murieran. Desde entonces, hemos ido encadenando proyectos de investigación, sobre todo con empresas.

¿Ha sido importante esta colaboración?

Sí. Desde el principio hemos contado con el grupo Ricardo Fuentes, al que se han adherido luego otras empresas. Por ejemplo, Fortuna Mare y últimamente Piscialba (Piscifactorías Albaladejo). Gracias a ellas hemos sido capaces de avanzar en los trabajos, porque nosotros no tenemos infraestructuras en el mar.

¿Sorprendido por haberlo logrado tan pronto?

En cierta medida, porque esto nunca se sabe. Los atunes tenían la edad de madurez necesaria y era posible que ocurriera, aunque el número de ejemplares no sea muy alto. Este año pusimos las redes para evitar que los huevos salieran de la jaula.

¿Se acuerda del momento exacto del nacimiento de los atunes ´murcianos´?

Estuvimos yendo durante una serie de noches, porque los atunes se reproducen de madrugada, y una de ellas, el 1 de julio, nos encontramos con la grata sorpresa de que teníamos una puesta de 50.000 huevos en la jaula de los reproductores nacidos en Mazarrón.

Y la clave es que siguen vivos.

Exacto, seguimos manteniéndolos en cultivo larvario para sacar el máximo número de juveniles adelante.

¿Han recibido llamadas de otros colegas interesados en seguir sus pasos? ¿O esto tiene algún tipo de patente?

No tiene patente pues es una metodología conocida, pues en estos años, en los proyectos europeos, hemos participado con decenas de instituciones de varios países. Cuando lo logramos les dimos la noticia, que también se ha movido mucho por las redes sociales. Los japoneses ya lo habían logrado en 2002 con su atún del Pacífico y ya fue un hito. Esto ha sido un logro de mucha gente del IEO, de la Comunidad Autónoma de Murcia, de técnicos...

¿Esperan ser un centro de atracción para investigadores?

Nosotros vamos a seguir investigando, pues queda mucho por recorrer. El objetivo último es lograr que haya atún rojo de acuicultura en las pescaderías igual que hay dorada, lubina y rodaballo. Y paralelamente, seguiremos colaborando a través de proyectos europeos con otros investigadores que estén interesados en desarrollar esta técnica.

¿Cuándo habrá atunes rojos de piscifactoría en las tiendas?

Soy muy cauto a la hora de poner fechas. A finales de 2014 la Comunidad Autonoma autorizó a vender los primeros atunes nacidos en cautividad. En principio no estuvimos muy de acuerdo, pero entendimos que era un golpe de imagen. Se sacrificaron entorno a una decena de ejemplares y se sirvieron en restaurantes del norte de Europa como una primicia. Pero de eso a aparecer en el mercado a precio asequible, pasará tiempo. No soy capaz de decir cuánto. Los japoneses tardaron 40 años hasta que fueron capaces de comercializar los suyos. No creo que sea nuestro caso, pero sí digo que aún faltan algunos años.

¿Razones?

La actividad todavía no es rentable; la mortalidad aún es muy elevada, los costes de producción son muy altos. Y debemos mejorar la nutrición, donde estamos aún muy verdes, para lo que tenemos un programa en marcha dentro del plan nacional, el Nutrituna. La nutrición es un factor clave, tanto para aumentar su supervivencia como para abaratar los costes, ya que el alimento a base de pienso es más barato que a base de pescado.

Un estudio reciente sobre la dorada demuestra que los ejemplares de piscifactoria sufren un tipo de estrés que afecta a su calidad. ¿Puede ocurrir en el atún?

El atún, en el tema nutricional, no es distinto a estas otras especies. Y no debe influir, si tenemos en cuenta el ejemplo japonés. Además, cuando el atún se estresa produce un ácido, el ácido láctico, muy desagradable para el consumo en crudo, sobre todo. Así, el granjero del atún debe ser muy cuidadoso tanto en la forma de criarlo como en la de sacrificarlo para que no tenga estrés. Si no perdería todo su valor para el mercado.

La pesca de atún rojo salvaje está sometida a un control extremo por las autoridades internacionales. Dado que Japón es capaz de reproducirlo en cautividad, y ahora ustedes, ¿se abre un nuevo futuro para la especie?

Por supuesto, tenemos un ejemplo muy claro con la dorada y la lubina. Estas especies se siguen pescando en su estado natural y es un producto con un peso y un precio distintos al de piscifactoría. Para el día a día está la acuicultura. La pesquería ya es sostenible sin la presión del consumo. El hueco entre la oferta del mar y la demanda del consumidor lo cubre la piscifactoría. Y eso va a pasar con el atún rojo, que actualmente tiene una demanda muy potente de los mercados japonés, americano y europeo. Y, ojo, no siempre el animal salvaje tiene que estar más bueno que el de granja.