Eugenia Piñero, directora de Prosalud, es psicóloga y docente, además de tener formación como técnico en nutrición y dietética. La doctora analiza los hábitos relacionados con la salud en los adolescentes.

¿Qué lleva a un adolescente a no utilizar métodos anticonceptivos?

Es la eterna cuestión. Disponen de información, pero el adolescente tiene esta tendencia a no pensar en el futuro, en pensar que las cosas malas les pasan a los demás, esa sensación de invulnerabilidad que le hace sentirse invencible. Muchas veces podemos hacer la unión del alcohol y las relaciones sexuales a determinades edades, ya que la sensación de la vulnerabilidad con el alcohol está menos desarrollada. Esta sociedad sigue siendo bastante machista, y sigue habiendo tabús y mitos respecto de la sexualidad que hacen también que puedan tomar decisiones equivocadas.

Las chicas los usan menos que los chicos, según la encuesta...

Debe haber varios factores que influyan ahí. A veces las chicas tienen aún ese concepto del amor romántico, y la confianza plena en la pareja, eso puede influir de alguna manera. Es una hipótesis y un factor que podría estar relacionado.

¿Cómo habría que educar para evitar el consumo de bebidas con azúcares refinados?

Las familias no asimilan que esos productos no se deberían consumir diariamente. Es una cuestión de hábito, los niños observan como sus padres consumen en casa bebidas con gas todos los días y asumen que eso es lo normal. La publicidad que se le da a muchos de esos productos, a los zumos o a los néctares, nos vende que son saludables y es todo lo contrario, tienen concentraciones de azúcares bestiales. Si hicieramos una encuesta a las familias serían datos muy similares, porque el adolescente no es el que hace la compra. Sucede lo mismo con el alcohol: en muchas otras encuestas los niños aseguran que lo han consumido por primera vez con sus padres, que les abren la puerta a algo que quizás les había pasado desapercibido.

¿Cómo puede afectar esa alimentación a nivel psicológico?

Los productos con cafeína, por ejemplo, aumentan el nivel de estrés o ansiedad, y los azúcares también lo hacen. Hay determinados alimentos que provocan cambios a nivel conductual, y si se toman con una pauta habitual mucho más, por ejemplo en su hábito de sueño. El azúcar aporta una cantidad de energía muy rápidamente, y eso también provoca cambios en la conducta. Normalmente ponemos etiquetas a los niños, como ´nervioso´, y quizás son conductas que tienen que ver con una mala alimentación.

¿Puede afectar a largo plazo?

El funcionamiento del sistema nervioso no está maduro hasta que los niños no son bastante mayores, por tanto en un sistema nervioso inmaduro todos esos efectos afectan también a su desarrollo. Un niño que habitualmente tiene un nivel de ansiedad por encima del que debería tener un niño de 12 años es probable que desarrolle ciertas pautas que le lleven a padecer ansiedad de adulto.

¿Es positiva la carga de deberes en los escolares?

Si unos adolescentes pasan siete u ocho horas en un centro educativo es importante que tengan otro tipo de actividades, no todo el aprendizaje tiene que ser sentarse enfrente de los libros. Los deberes no deben quitar tanto tiempo. Esos niños no juegan, no hacen deporte, no ven a sus amigos.