Los representantes de las organizaciones agrarias de la Región que ayer se entrevistaron con la directora general del Agua del Ministerio, Liana Ardiles, regresaron con las manos vacías y los ánimos encendidos. Los dirigentes de la Federación de Cooperativas Agrarias, Coag y UPA que ayer viajaron a Madrid para tratar de conseguir un riego de socorro para el Campo de Cartagena y el Valle del Guadalentín ni siquiera lograron el desbloqueo del acuerdo para comprar agua a los regantes manchegos de Estremera, que sigue un tortuoso trámite administrativo, a la espera de que se pronuncien los gobiernos de Castilla-La Mancha, Madrid y Extremadura y la Abogacía del Estado. Tras la descorazonadora respuesta obtenida ayer, las tres organizaciones han convocado a los agricultores a una asamblea para explicar el resultado de sus infructuosas gestiones y empezar a preparar la protesta que será sometida a la aprobación de la Mesa del Agua a principios de septiembre.

La asamblea de los agricultores se celebrará mañana a las 20.30 horas en la cooperativa Soltic, cerca de Torre Pacheco. Las organizaciones convocantes prevén que la manifestación para reclamar agua a Madrid se celebrará hacia mediados del mes de septiembre, aunque aún no han resuelto si será en Murcia o en Madrid.

Al encuentro con la directora general del Agua asistieron el presidente de Fecoam, Santiago Martínez; Miguel Padilla y Vicente Carrión, presidentes de Coag en la Región y en el Campo de Cartagena, respectivamente; y el secretario general de UPA, Marcos Alarcón, acompañado por Antonio Moreno, responsable de Agricultura de la organización. En representación de la Comunidad Autónoma acudió Juan Madrigal, de los Servicios Jurídicos de la consejería de Agricultura.

Los representantes de los agricultores aspiraban a conseguir una aportación extraordinaria de al menos 20 hectómetros cúbicos para dar un riego de socorro al arbolado. Contaban con las aportaciones del Tajo, los pozos de sequía y los ocho hectómetros cúbicos que han solicitado al Segura a cuenta de caudales procedentes de la desaladora de Escombreras (que irían devolviendo a razón de 300.000 metros cúbicos mensuales), pero la Confederación Hidrográfica del Segura se ha negado a comprometerse, ya que el regadío tradicional ha entrado en situación de prealerta. Según se anunció durante el encuentro de ayer, no se descarta que la sequía pueda agravarse y pase a estar en alerta, lo que impediría seguir auxiliando al Trasvase.

Santiago Martínez recordó que el sellado de las tubería de salmuera que impide utilizar las aguas subterráneas sitúa a los agricultores del Campo de Cartagena en una situación límite. «Por dignidad, nos merecemos un respeto», aseguró.

Todos recuerdan el año que se aprobó un trasvase con tan solo 190 hm3 en el Tajo, una posibilidad que ha cerrado el Memorándum.