Allá por el año 2014, la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Murcia confirmaba la sentencia que condenó a seis años y medio de cárcel a Antonio Gálvez, un vecino de la pedanía murciana de Patiño al que un jurado popular declaró culpable de un delito de homicidio por la muerte de su primo.

Los hechos se remontan a cuatro años antes, allá por 2010. Lo más curioso del caso es que, desde que ocurrió el mortal suceso, los vecinos del pueblo se pusieron de parte... del homicida. Así, más de medio centenar de personas se concentró en las puertas del Palacio de Justicia para mostrar su apoyo al detenido mientras comparecía ante la juez de guardia.

Entre ellos estaba el padre de la víctima y tío del detenido, así como el cura de Patiño; la exalcaldesa de la pedanía, Manuela García; y el entonces alcalde, Pedro Martínez. «Antonio es una bellísima persona. No se merece que le haya pasado esto», sentenciaban los vecinos.

Gálvez siempre negó haber estrangulado a su primo. Dijo que fue su primo quien inició la agresión, y él únicamente se defendió «dándole patadas y puñetazos».

«Mi marido no estranguló a su primo, no voy a parar hasta que haya justicia», destacaba a este periódico en 2013 María Abellán, esposa de Antonio. La mujer también aludió a la forma de ser de la víctima: «Una vez una de sus perras tuvo cachorritos. Estaba allí su hija, y él le preguntó: «¿Cuál te gusta, Pili? La niña señaló uno, y entonces él cogió al perro, le retorció el cuello y lo tiró al huerto».

Del fallecido, la mujer rememora que «tenía la obsesión de matar a toda su familia y ahorcarse después, eso lo iba diciendo». «Te sacaba la navaja y lo primero que te decía era: «¿Me vas a denunciar? Tira a denunciarme». Ahora (después de su fallecimiento) es cuando están yendo a disfrutar de las tierras los familiares», dijo la mujer. «Era con toda la familia, no con mi marido: mi marido tuvo la desgracia de estar en aquel momento en aquel lugar», manifestaba Abellán.

«Cuando ingresó en el psiquiátrico, en el año 91, decía que quería matar a sus padres», subrayó el abogado de Antonio, José Mª Caballero. «Su padre dice que vive en la gloria desde que su hijo ha fallecido», añadió al respecto.