Las brigadas de limpieza del Servicio de Vigilancia Marítima Integrada del Mar Menor, puesto en marcha el pasado 1 de agosto, han retirado cerca de 10 toneladas de residuos de la laguna salada. Entre los principales residuos recogidos se encuentran papel, plástico y vidrio, con 8.040 kilos, enseres (900 kilos) y 36 neumáticos, entre otros residuos.

Este servicio centra sus actuaciones en los espacios protegidos de las salinas de Marchamalo, saladar de Lo Poyo, marina del Carmolí, playa de la Hita, y en la playas del Vivero, Paraíso, Punta de Las Lomas, Punta Lengua de Vaca y Punta de Algas, además de en la Mota de Los Molinos, Isla Perdiguera, Lo Poyo, Los Nietos, rambla del Beal y entorno de la rambla del Albujón.

La directora general de Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura, Carmen Teodora Morales, acompañó ayer a las brigadas durante las faenas de limpieza en Lo Poyo. Durante esta semana se ha trabajado también en las playas del Vivero-Marchamalo, Las Lomas y La Hita. La próxima semana está previsto que la limpieza se centre en La Puntica, Villananitos, Salinas de San Pedro del Pinatar y Salinas de Marchamalo.

El Servicio de Vigilancia Marítima Integrada del Mar Menor cuenta con dos embarcaciones y una adicional del servicio de pesca de la Consejería, así como con un agente medioambiental, dos biólogos, dos patrones de embarcación y dos inspectores del servicio de pesca. Su objetivo es realizar el seguimiento y control de toda la actividad que se lleva a cabo en el Mar Menor, facilitar el seguimiento ambiental del Mar Menor y la toma de muestras, garantizando la información diaria.

Durante todo el periodo estival se ha constatado que el agua de la laguna es apta para el baño, con mejora de su aspecto en las últimas semanas. Este servicio forma parte de las medidas complementarias puestas en marcha por el Gobierno regional para mejorar el estado del entorno de la laguna salada.

Reducir los efluentes

La Comunidad ha puesto en marcha una serie de actuaciones para contribuir a reducir significativamente los efluentes que llegan al Mar Menor. Entre esas actuaciones se encuentra el cese de los vertidos desde la rambla del Albujón y la construcción de una tubería que desviará para su tratamiento los caudales de la citada rambla desde el depósito de captación existente junto a la misma, que gestiona la comunidad de regantes del Campo de Cartagena, titular de la concesión, a la desalobradora de la comunidad de regantes Arco Sur Mar Menor, situada junto a la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Cabo de Palos, y cuyos trabajos ya han comenzado.

Además, se trabaja en un proyecto para instalar filtros verdes que permitirá mejorar la calidad de las aguas, y cuyo expediente de expropiación saldrá en breve a exposición pública. También se han instalado dos plantas piloto en explotaciones del Campo de Cartagena, una de bioelectrogénesis para la desnitrificación, y otra de eliminación de nitrógeno NoNo3, para tratar el agua.

Por otro lado, se han tomado medidas para que el desarrollo de la actividad agraria sea compatible con la protección ambiental, como la puesta en marcha de una Red de control de la calidad de las aguas litorales para el seguimiento del estado de las masas de agua costeras hasta 2018, cuyo proyecto ya ha salido a licitación y está en la fase de contratación y el control de la calidad de las aguas de baño, con seguimiento semanal.

Al mismo tiempo, se está desarrollando el Plan de vigilancia de microalgas potencialmente tóxicas en, que estudia la evolución de la densidad del fitoplancton; el Plan de gestión integral del Mar Menor y de la franja litoral mediterránea,o la creación de un comité científico, entre otros.