Ahora ha sido Lobo el nombre puesto en jaque y finalmente admitido. Pero cada época ha tenido sus nombres raros, peculiares, poco frecuentes por anacrónicos o por avanzados a su tiempo. En los años 50, por ejemplo, llamarte Lidia, Yolanda o Daniela en Murcia era verdaderamente original.

Una aplicación del Instituto Nacional de Estadística (INE) sistematiza la frecuencia de cada nombre por provincia y por década de nacimiento. Y en ese ranking, habitualmente utilizado para ver los nombres de moda (ahora son María y Alejandro), puede comprobarse la evolución en los nombres más insólitos elegidos para los recién nacidos en la provincia de Murcia.

Las tablas hablan por sí solas. En los años 30, lo extraño era llamarse África o Anna. Antes de esa década, eran auténticas rarezas en Murcia las Verónicas, Mónicas o Martinas, nombres de lo más común hoy en día. Y al revés. Hay casos con grandes vaivenes: Josefa era el nombre para niña más común en la década de los 40 y ahora ocupa el puesto 554, casi marginal. Actualmente están de moda Lucía, Paula, Sofía y Daniela.

En las tablas del INE hay curiosidades varias. Por ejemplo, cinco niños nacidos en la provincia en la década de 2010 recibieron un nombre de religión: Islam. Y otros cinco se llamaron como el padre de los dioses griegos: Zeus. También cinco fueron bautizados como uno de los jugadores más populares del Barça: Neymar.

Si en los 40 se estilaba Leopoldo, ahora se pone simplemente Leo. O Lionel, probablemente por el también futbolista Messi. Asimismo, una veintena de niños nacidos en la presente década en Murcia se llaman como uno de los cantantes y poetas de moda: Marwan. Hoy hay nombres históricos, como Marco Antonio (20), Jerónimo (18) o Víctor Manuel (22); los hay bíblicos, como Josúe (22), Ezequiel (33) o Tomás (62). Residuales se han quedado Pelayo (5) y uno que también significa ´lobo´: Lope (5).

Antes de 1930, según se desprende de las estadísticas, se estilaba poner a las murcianas María, Josefa, Carmen, Dolores e Isabel. También Antonia, Francisca, Juana o Encarnación. Nombres castizos que, si miramos los registros de ahora, caen estrepitosamente en las tablas. Y entran en escena nombres de reina -como Rania (38)-, otros llegados del norte -Nagore (39)-, de telenovela -Rubí (7)-, de flor -Dalia (9)- o de tango -Malena (11)-.

También se están perdiendo las tradiciones: del muy murciano nombre Fuensanta sólo hay 17 registros en la última década.

En los añorados años 80, los murcianos que iban naciendo, en su mayoría, se llamaban Antonio, David o José Antonio, aunque ya empezaba a dejarse notar Christian (con 52 registros), Borja (79), el catalán Jordi (20) o el mitológico nombre de héroe Ulises (9).

De los registros de la década de 2000 en la provincia se puede ver que un total de 19 niños recibieron el nombre de Kevin Alexander. A quince les pusieron Brayan -no Brian, sino como suena- y otros 15 fueron bautizados como el protagonista de aquella obra inmortal de Shakespeare: Romeo.

Más rarezas que ´colaron´ sin pegas. En Murcia hay una niña que se llama Khaleesi, por un personaje de la serie Juego de Tronos. Y eso que Khaleesi en la citada producción no es ni siquiera un nombre propio: es el cargo de Daenerys de la Tormenta. Conchi, madre de la criatura, alegó que quería que el nombre «destacase».

Nombres de niña menos frecuentes en la Región de Murcia, por década de nacimiento

  • ANTES DE LOS 30: Mónica, Mª Amor, Angelina, Jacinta, Martina, Paz, Anastasia, Joana, Venancia, y Verónica.
  • AÑOS 30: Anna, Bibiana, África, Esther, Dolors, Mª Elena, Graciana, Jesusa, Inmaculada y Tiburcia.
  • AÑOS 40: Silvia, Silvestra, Silveria, Segunda, Rosenda, Rogelia, Raquel, Nuria, Octavia y Fidela.
  • AÑOS 50: Daniela, Lidia, Justina, Florinda, Palmira, María O, Práxedes, Valeriana y Yolanda,
  • AÑOS 60: Crisanta, Diana, Eustaquia, Laureana, Leticia, Lydia, Milagrosa, Plácida, Paz y Telesfora.
  • AÑOS 70: Silvana, Sabrina, Paulina, Maribel, Maite, Leonarda, Leocadia, Jesusa, Fe y Fernanda.
  • AÑOS 80: Yesika, Yenifer, Sira, Rufina, Olimpia, Marisol, Mar, Laila, Isidra y Eulogia.
  • AÑOS 90: Luna, Lina, Luz, María Sol, Naila, Samantha, Resurrección, Vicenta, Xiomara y Yurena.
  • 2000: Naroa, Dafne, Eliana, Aurelia, Genoveva, Gracia, Melodi, Nayala, Regina y Roxana.
  • 2010: Damaris, Guadalupe, Lea, Henar, Josefina, Montserrat, Yuliana, Sefora, Maravillas, Ramona.

Nombres de niño menos frecuentes en la Región de Murcia, por década de nacimiento

  • ANTES DE LOS AÑOS 30: Arturo, Baltasar, Benjamín, Ezequiel, Fabián, Hipólito, Jorge, Laureano, Rufino y Teófilo.
  • AÑOS 30: José Pascual, Facundo, Calixto, Trinitario, Abelardo, Amancio, Braulio, Severo, Moisés y Marcial.
  • AÑOS 40: Facundo, Ismael, Jacobo, Joaquim, Nazario, Nemesio, Robustiano, Rodolfo, Segismundo y Constancio.
  • AÑOS 50: Cornelio Bautista, Dámaso, Francesc, Hermógenes, Obdulio, Primitivo, Ruperto, Severiano y Victorio.
  • AÑOS 60: Blas José, Arsenio, Calixto, Delfín, Ginés, Manuel, Horacio, Pablo Luis, Paulo, Silvio y Zenón.
  • AÑOS 70: Zacarías, Teófilo, Severo, Remigio, Reinaldo, Ramón Luis, Noe, Natalio José, Eloy y Gil.
  • AÑOS 80: Aniceto, Blas José, Emmanuel, Estanislao, Emiliano, Lucio, Trinidad, Trinitario, Wenceslao y Yeray.
  • AÑOS 90: Silverio, Nicasio, Octavio, Leopoldo, Joan, Hilario, Efrain, Estefano, Cristofer y Amadeo.
  • 2000: Eusebio, Gabino, Joshua, Leoncio, Mustafá, Michel, Marcelino, Ziyad, Reyes y Paolo.
  • 2010: Zeus, Yaser, Valentino, Raimundo, Neymar, Pelayo, Lope, Jonás, Islam y Gerardo.

El juez que no admitió a Julieta, Bieita y Noa

Allá por 2007, el Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJ) abría expediente disciplinario un juez «por apreciar indicios de supuestas faltas de desatención y desconsideración al ciudadano». El juez en cuestión era Antonio Martín Ferradal.

Entre sus actuaciones, por ejemplo, impidió a una pareja inscribir a su hija como Julieta, a otra pequeña como Bieita y a una tercera llamar a su hijo Noa. En este caso, el magistrado alegó que se trataba de «un nombre francés», además de que «inducía a error sobre el sexo» del bebé.

También puso impedimentos a saco a un jubilado que deseaba cambiar su nombre de Francisco a Fernando. Los siete hijos de este hombre -que vivían en el extranjero- tuvieron que venir a declarar a favor de su padre.