El Gobierno regional está dispuesto a impedir los cultivos del Campo de Cartagena que supongan un peligro para el Mar Menor. El presidente del Ejecutivo murciano, Pedro Antonio Sánchez, declaró ayer durante su visita a Portmán que «cualquier actividad, incluida la agricultura, que perjudique o sea una amenaza no se podrá realizar».

El jefe del Ejecutivo regional abogó por «un cese drástico» de los vertidos en la laguna salada y por «iniciar la recuperación definitiva y puesta en valor de ese enclave medioambiental, turístico y natural que tiene la Región de Murcia». El deterioro de la laguna se atribuye en su mayor parte a los vertidos procedentes del drenaje de los suelos cultivados en el Campo de Cartagena, que llegan al Mar Menor a través de la rambla de El Albujón.

La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) está sellando las tuberías que conducen a la rambla los vertidos de salmueraConfederación Hidrográfica del SeguraCHS procedentes de las plantas que tratan las aguas salobres extraídas de los pozos con los que riegan los agricultores, así como otros residuos. La presión de los regantes ha obligado al organismo de cuenca a recurrir en varias ocasiones a las fuerzas antidisturbios de la Guardia Civil para que custodiaran a las brigadas.

CHS y Gobierno regional han planteado la necesidad de llegar al 'vertido cero' para que sea posible la recuperación del Mar Menor.

Por su parte, las federaciones de Servicios Públicos de CC OO y UGT exigen a la consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente la creación de una brigada marina del cuerpo de Agentes Medioambientales que funcione de forma permanente y a lo largo de todo el año.

Ambos sindicatos consideran positiva la reciente puesta en marcha del Servicio de Vigilancia Marítimo Integral del Mar Menor, pero cuestionan la forma en la que se está desarrollando.

Ciudadanos considera que «la grave situación» que padece el Mar Menor «no se resuelve con parches como la campaña de promoción turística en el exterior ni con efectismos como colocar urnas a pie de playa pidiendo a los ciudadanos que dirijan el timón de la política para solventar dicha situación». El PP le respondió que «abandone la crítica fácil».