Ocurría allá por 2008, aunque no fue hasta 2003 cuando la Audiencia Provincial dictaba sentencia. Entonces, el juez dejaba claro que los desgarros en la vagina que acabaron conduciendo a la menor no eran por un golpe con la bicicleta y declaraba que las evidencias de que se los causaron la madre y el padrastro eran «palmarias».

La Audiencia Provincial de Murcia condenaba a penas que sumaban 30 años y seis meses de prisión a Juan Pedro Martínez García y a su pareja, Amelia Verónica Ullón Montoya, vecinos de Fortuna, por la muerte y agresión sexual de la hija de esta última, de 7 años, en noviembre de 2008.

La Sala no tuvo dudas acerca de que los acusados «golpearon a la menor con un objeto romo en la vagina, que también le introdujeron violentamente, produciéndole un desgarro que afectó a labios menores y mayores».

Estas heridas derivaron en pocas horas en una peritonitis que, dado que no acudieron al médico, hizo que la menor falleciese.

El calvario que la pequeña Lesley venía sufriendo, y que la llevó finalmente a la muerte, era de sobra conocido por vecinos, que luego, con el fatal desenlace sobre la mesa, contaron que oían «gritos aterrados» de la niña y el hermano de la pequeña. Este joven, también menor de edad, aportó un testimonio clave en el juicio. Relató sin lugar a dudas que era su padrastro, Juan Pedro, quien les pegaba, y que no era precisamente raro que lo hiciese. Al hombre, según la impactante confesión del chaval, le gustaba coger a los niños y sumergirles la cabeza bajo el agua por largo tiempo. También solía golpearles con una correa e incluso pisarle la barriga a Lesley para que echara los gases que en apariencia tenía.

El hermano de la víctima también contó que su madre y su padrastro una vez llevaron a Lesley a la bañera y estuvieron aplicándole un rato con la ducha agua caliente entre las piernas, lo cual dio lugar a lesiones en sus genitales.

Cuando se dictó sentencia, los magistrados determinaron que Juan Pedro y Amelia Verónica no llevaron al médico a la niña para que no se descubrieran los malos tratos que ésta sufría. Y que, el día de autos, no llegaron a pensar que las atrocidades le causarían la muerte. Una muerte evitable que les llevó a la cárcel.

Clamor en el Palacio por su «inocencia»

«Tdos con vosotros». En 2013, cinco años después de la muerte de la niña, arrancó el juicio en Murcia. Ese día, allegados a la pareja acusada -principalmente mujeres jóvenes- se plantaron en la puerta del edificio que alberga la Audiencia Provincial y desplegaron una enorme pancarta en la que se podía leer ´Juan Pedro y Vero, inocentes. Todos con vosotros´. En la lona habían reproducido fotos de la pequeña Lesley con los procesados, instantáneas familiares para intentar hacer ver que el trato era excelente.