El aumento de denuncias en los cuarteles y la escasez de personal ha llevado a que los agentes de la Guardia Civil tengan que realizar más funciones de las habituales, surjan problemas de seguridad y se dé un peor servicio al ciudadano del deseado. Uno de los ejemplos más significativos es que guardias de puerta tienen que asumir en muchas ocasiones, especialmente en el turno de noche, la recogida de denuncias que corresponde al área de atención al ciudadano o a la patrulla de servicio, por lo que se descuida la seguridad en algunos puestos. Estas son algunas de las carencias que denuncia la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que aglutina a 30.000 efectivos en todo el territorio nacional (el 60% de la plantilla), y que pide un refuerzo en el número de efectivos o una redistribución geográfica de los acuartelamientos.

Denuncian que en catorce puestos ordinarios regionales faltan guardias y se asumen más funciones de las habituales, como por ejemplo en los de El Algar, Cabo de Palos, El Albujón, Fuente Álamo, Torreagüera, Abarán o Blanca, entre otros. En puestos principales como los de Torre Pacheco, San Pedro del Pinatar o Cieza también insisten desde AUGC en que el guardia de puertas ha recogido denuncias en horario nocturno en alguna ocasión. Todos estos datos están en la queja realizada y documentada por AUGC en dos ocasiones al coronel de la Quinta zona, «que no ha respondido», y a la secretaría de Estado de Seguridad, de la que comentan que están esperando que dé una solución.

«La distribución geográfica de los cuarteles corresponde al siglo XIX. Hace falta cambios, ya que si antes se recibían veinte denuncias en algunos puestos, ahora son centenares», lamenta Juan García Montalbán, secretario general provincial de AUGC.

«El descenso de plantillas en los últimos años y la pésima organización interna de las diferentes unidades ha llevado al mínimo el número de efectivos, lo que es preocupante», ante lo que piden desde AUGC que «se adopten por la autoridad que corresponda las medidas necesarias para darle solución a dicha problemática, de modo que se nombren servicios separados para la seguridad (servicio de puertas) y para la atención al ciudadano (servicio de recogida de denuncias)».

En el Cuerpo de la Guardia Civil se destina a la seguridad del acuartelamiento un agente por unidad y turno, el cual se denomina guardia de puertas. Además de controlar la seguridad del acuartelamiento, es el encargado de las comunicaciones (telefónicas, telemáticas y radiotelefónicas con las diferentes patrullas) y de la recepción de los ciudadanos a su llegada al acuartelamiento. «Pero algunos se ven obligados a tramitar denuncias por delitos graves como violencia de género, que pueden durar 4 o 5 horas en algunos casos. Antes lo hacía el jefe de unidad o la oficina de atención al ciudadano, que no existen en muchos puestos», lamentan.

Y es que alguna de las consecuencias de esta falta de personal son «dar un peor servicio de atención a los ciudadanos o que los que van a denunciar oyen la emisora y pueden ver las imágenes de las cámaras. Además, en algunos puestos hay cristaleras y se ve desde fuera todo lo que pasa en el interior, lo que supone un gran problema y más si tenemos en cuenta que estamos en nivel 4 de alerta por terrorismo».

Una normativa que no aclara quién debe atender las diligencias

«La normativa de la propia Guardia Civil no aclara suficientemente quién debe realizar la función de atención e instrucción de las diligencias en los casos de denuncias de los ciudadanos. Como norma general, en los puestos principales dicha función recae en el área de Atención al Ciudadano y en los puestos ordinarios en el comandante de Puesto o un componente en el cual delegue y nombre el servicio específico de recogida de denuncias», explican desde AUGC. «En la práctica, en algunos puestos principales de la Región existen actualmente muchas disfunciones por mala organización de la unidad. En el caso de puestos ordinarios ha recaído casi por completo y obligatoriamente en el Servicio de Puertas de seguridad, siendo aún más grave aún cuando se trata de delitos graves o de violencia de género», añaden. Desde delegación del Gobierno y la Guardia Civil aseguran que las competencias para la distribución de funciones de los agentes y el número de efectivos en los cuarteles son del ministerio del Interior, con el que intentó contactar esta Redacción sin éxito hasta el momento.