La Comunidad Autónoma ha puesto en marcha un servicio de vigilancia del Mar Menor que permitirá tomar muestras y controlar diariamente el estado del agua y la presencia de fosfatos, además de perseguir la pesca furtiva, el amarre de embarcaciones fuera de las zonas autorizadas o el abandono de barcos y el vertido de residuos. El Gobierno regional da por hecho que la contaminación del Mar Menor puede desaparecer en el plazo de un año, basándose en los estudios que sitúan en doce meses el tiempo que tarda la laguna salada en renovar sus aguas totalmente, según apuntó la portavoz del Gobierno, Noelia Arroyo.

La consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá, que dio a conocer el dispositivo de control en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, recordó que la Confederación Hidrográfica del Segura tiene «cuadrillas que trabajan para conseguir el cese de los vertidos» que recibe el Mar Menor a través de la rambla de El Albujón.

El servicio de vigilancia del Mar Menor, que empezó a funcionar el lunes, cuenta con dos embarcaciones y una adicional del servicio de Pesca. Su plantilla está compuesta por un agente medioambiental, dos biólogos, dos patrones de embarcación y dos inspectores del servicio de Pesca. Habrá 23 puntos de muestreo para el control de medusas, 15 puntos para nitratos más uno especial en la rambla de El Albujón y cinco playas en las que se analizará la presencia de fitoplancton. El dispositivo incluye también una sonda portátil que permitirá registrar la temperatura, salinidad, turbidez, PH y oxígeno disuelto en el agua.

Los vertidos y las prácticas no autorizadas que se detecten serán comunicadas «a Capitanía Marítima o la Demarcación de Costas» cuando no se trate de competencias autonómicas, según indicó la consejera. La Comunidad ultima un convenio con Defensa para que una de las embarcaciones de vigilancia pueda fondear en instalaciones militares.

Una brigada compuesta por cuatro personas colaborará además en la limpieza de las playas de restos de algas. Ayer estuvo en Los Nietos, Islas Menores y El Arenal, según dijo Martínez-Cachá.