Pokémon Go es un fenómeno que ya ha cautivado a millones de personas en todo el mundo. Solo hay que ver cómo se han disparado las acciones de Nintendo Nintendo tras el lanzamiento del juego; y el éxito no ha hecho más que empezar.

Pese a que la aplicación acaba de llegar de formar oficial a España, miles de jóvenes y adultos, que disfrutaron de la serie y los videojuegos en los 90, llevan semanas viendo satisfecha su nostalgia y comparten por las redes sus capturas de pokémon (pequeñas criaturas con habilidades extraordinarias) . Los murcianos se suman a la moda y ya hay entrenadores por toda la Región.

"Era el juego de mi infancia y poder jugar ahora de esta forma tan real es una pasada", cuenta Alberto.

La dinámica de este nuevo juego lanzado por Nintendo es muy similar a la de los anteriores pero cambiando la Game Boy por nuestro teléfono móvil y atrapando pokémon en el mundo real en vez de en el virtual, ya que estas criaturas aparecen en cualquier esquina, desde una mesa de escritorio hasta un árbol del parque.

Y esa es precisamente la base del éxito de Pokémon Go. "Era el juego de mi infancia y poder jugar ahora de esta forma tan real es una pasada", cuenta Alberto, un joven de 28 años que ya captura pokémon por Murcia. "Te da la sensación de tener ese mismo juego pero en la realidad", añade Antonio, de 21 años.

Capturar pokémon no resulta difícil, dado que los hay por todos los puntos de la Región. No hace faltar ir al centro de las ciudades, aunque en estos lugares es donde más se pueden encontrar. Los pequeños barrios y pedanías también tienen sus poképaradas ("tiendas" que abastecen de objetos útiles) y gimnasios (donde pelear con otros entrenadores), que se localizan en lugares históricos o destacados de esa zona.

Ahora es el mejor momento para atrapar los pokémon de agua, ya que en estas zonas es dónde más se localizan.

Así, por ejemplo, podrás conseguir pokéballs o huevos en la Escuela de Idiomas de Murcia o luchar en los numerosos gimnasios del campus de Espinardo. El casco antiguo y el puerto de Cartagena también están repletos de estos puntos de encuentro virtuales.

Ahora que el calor aprieta y podemos disfrutar de las playas de la Región, es el mejor momento para atrapar los pokémon de agua, ya que en estas zonas es dónde más se localizan. Así que si vas a pasar el día a La Manga o a Los Alcázares debes estar atento porque un Horsea salvaje puede aparecer.

Hasta los negocios murcianos se benefician del juego convirtiendo sus locales en 'poképaradas'. Ya se pueden ver carteles que ofrecen un punto dónde capturar pokémon e interactuar con otros usuarios a cambio de consumir en el establecimiento.

En la Plaza de los Apóstoles de Murcia, desde hace unos días el local Afk Gamer Bar ya ofrece este servicio. En su puerta se encontraba este jueves un grupo de jóvenes que había acudido para jugar a Pokémon Go. Uno de ellos afirma que el juego, además de entretener, "saca a mucha gente de sus casas". "Haces deporte, te ayuda a moverte", asegura otro.

Puerta del local Afk Gamer Bar, donde algunos jóvenes acuden para jugar a Pokémon Go.

De esta manera, al utilizar ubicaciones reales, la aplicación se convierte en una excelente excusa para salir a pasear e incluso conocer nuevos sitios de la Región. Parece así que Nintendo nos brindan un nuevo incentivo para dedicar parte de nuestro tiempo al ejercicio físico, ya que si quieres capturar todos los pokémon posibles y luchar en los mejores gimnasios el sedentarismo está descartado.

Así que si de repente se empieza a ver a muchos jóvenes caminando por las calles mirando el móvil o se multiplican las congregaciones de gente con comportamientos un tanto extraños, ya se sabe la causa, seguramente se trate de una quedada Pokémon.

Con los 5 sentidos mientras juegasPokémon Go

también tiene sus riesgos, y es que ya ha habido algunos accidentes, como el de un joven de Los Ángeles que causó un aparatoso accidente en la carretera por detenerse para atrapar a un Pikachu. No hay que olvidar olvidar que es solo un juego y, por supuesto, dejar la captura de pokémon para cuando estemos dando un agradable paseo.