«El Gobierno Regional ha tomado el pelo a la ciudadanía y ha retrasado injustificada e irresponsablemente un año la tramitación de una herramienta necesaria con urgencia para proteger uno de los más valiosos y más maltratados espacios protegidos de nuestro territorio, que hoy atraviesa un momento crítico».

Esta frase resume el análisis de Ecologistas en Acción sobre el segundo documento acerca del Plan de Gestión del API Mar Menor y Franja Litoral, en exposición pública desde que se publicó a finales de junio en el BORM.

Explican que apenas ha cambiado nada en la redacción del plan: «Desde luego no son las modificaciones sustanciales que se argumentaron hace un año y que pueden sustentar su publicación en el BORM».

Hace algo más de un año, el primer documento del Plan Integral se retiró tras las numerosas quejas de sectores económicos y empresariales de la zona, que consideraban que impedía el crecimiento de la comarca.

Algún punto, alguna coma... «el cambio más sustancial es la sustitución en más de 35 ocasiones a lo largo de otros tantos artículos de la denominación 'el departamento de la administración regional' por 'La Consejería'», indican.

Asimismo, Ecologistas consideran que los escasos apartados incorporados tienen «un mero carácter descriptivo, no añaden valor al Plan de Gestión, y ni siquiera sirven para dar una nueva y mejor visión o reorientación al mismo». Y las nuevas aportaciones no incluyen presupuesto, «por lo que no cuadran los datos globales que presenta el documento».

En opinión del grupo ecologista, la consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente retrasó «sin motivo justificado y presionada por las patronales, este decisivo y urgente documento, para un año después retomarlo sin cambios relevantes, acuciada por la actual situación de degradación que sufre la laguna».

Por lo que respecta a las declaraciones de ayer de la consejera Adela Martínez-Cachá en las que aseguraba que ya se había logrado el 'vertido 0', por el sellado de los canales de vertido de salmueras, los ecologistas, tajantes, señalan: «No nos lo creemos, porque el vertido de los agricultores es sólo un parte del total».