Sopa verde, fango, barro y algas, al margen de malos olores. Con estos calificativos, ecologistas, biólogos, vecinos, e incluso hasta las propias administraciones reconocen la degradación del Mar Menor. Ante este grito de socorro, el ayuntamiento de Cartagena ya se ha puesto ´manos a la obra´. Así, el Consistorio planea eliminar aquellas infraestructuras que supongan un obstáculo a la dinámica sedimentaria de la ribera interna del Mar Menor; suspender inmediatamente los dragados, regeneraciones y limpiezas de playas que implican la extracción de arena del fondo marino, sustituyendo estas prácticas por otras alternativas que no dañen el ecosistema; y evaluar y corregir el estado de la red de saneamiento, con especial atención en alcantarillado y colectores, para subsanar errores en las tuberías conectadas a las depuradoras.

Éstas son algunas de las medidas que va a poner en marcha el ayuntamiento de Cartagena para salvar el Mar Menor. Se trata de un paquete de acciones consensuadas por todos los grupos políticos municipales que se va a poner en marcha de manera inmediata con el objetivo principal de proteger la laguna y propiciar la implicación de todas las administraciones para paliar los graves problemas que sufre el enclave regional.

Además, el Consistorio cartagenero se compromete a «vigilar, de forma rigurosa, que todos los desarrollos urbanísticos que afecten al Mar Menor cuenten con informe de impacto ambiental favorable y no supongan ninguna amenaza añadida a la situación ambiental de la laguna», indicaron fuentes municipales.

No obstante, desde el Ayuntamiento han indicado que muchas de las competencias sobre el Mar Menor corresponden al Gobierno regional, por lo que se pedirá a la Comunidad que elabore y apruebe el Plan de Gestión de Espacios Protegidos de Mar Menor y de la Franja Litoral Mediterránea de la Región y que se tramite una Ley de Gestión Integral del Mar Menor.

También exige el Gobierno cartagenero que se disponga, en un plazo de dos años, «de una red suficiente de filtros verdes en los alrededores del Mar Menor», así como un Plan de Sostenibilidad Ambiental del Regadío intensivo del Campo de Cartagena, «encaminando a conseguir el vertido cero de fertilizantes».

Estudio de las universidades

El papel de las universidades de la Región también han de ser importantes en la recuperación del Mar Menor. Así lo considera el Ayuntamiento cartagenero que pedirá a la Comunidad el encargo de un estudio científico elaborado por especialistas de las universidades regionales «donde se identifiquen los males de la laguna y se propongan las soluciones con prioridad para las más urgentes» y también exigirá al Ejecutivo autonómico que se proporcionen los recursos hídricos necesarios para evitar el funcionamiento de las instalaciones desaladoras.

De igual forma, desde el Consistorio de la ciudad portuaria consideran primordial que se encargue a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) una investigación sobre la descontrolada expansión de regadíos en el sur del Mar Menor.

Finalmente, el compromiso del ayuntamiento de Cartagena es velar porque todas las actuaciones que se lleven a cabo en la laguna estén consensuadas con los distintos agentes sociales y por conseguir la máxima transparencia y participación ciudadana en el gasto de la asignación de la Unión Europea en el marco de la Inversión Territorial Integrada (ITI).