Toda la semana negociando a tres bandas -ministerio de Agricultura, Confederación Hidrográfica del Segura, y el Sindicato de Regantes del Trasvase (Scrats)- pero aún no hay nada cerrado. Los continuos viajes del presidente de la (CHS) a Madrid para abordar la petición de los regantes de recibir '¡Agua ya!', tanto de la cuenca -30 hm3 sin aval económico- como de la batería de pozos, no termina de recibir el visto bueno del Ministerio.

Los agricultores han preferido, porque las reuniones van a seguir, dejar en 'stand by' el ultimátum lanzado el viernes pasado durante la concentración a las puertas de la CHS de convocar nuevas movilizaciones si ayer no había una respuesta clara del Ministerio a sus peticiones. En cualquier caso, dicen, la Mesa del Agua se reunirá la próxima semana.

Lo que sí parece claro, es que el departamento que dirige, aún en funciones, Isabel García Tejerina, no da su brazo a torcer y sigue exigiendo el aval de unos diez millones de euros por el agua que hace varios meses se aprobó ceder a los regantes del Trasvase Tajo-Segura para paliar la sequía que sufren. Los agricultores no están dispuestos a pagar ese dinero, porque, recuerdan, «en su día el acuerdo firmado fue de ceder agua por agua».

El Ministerio y la CHS, se escuda en pedir este aval en que hay un rotundo rechazo de los huertanos de la Vega Baja Alicantina, que temen que si la sequía persiste, la cuenca no pueda darles su dotación de agua.

Y mientras tanto, la situación en comunidades de regantes como las de Lorca y el Valle del Guadalentín, y del Campo de Cartagena están con serios problemas de riego, porque «ya no hay agua que repartir». Los cultivos de verano, y los cítricos -sobre todo en el Campo de Cartagena- es «muy complicada», insisten los regantes.

«Los limoneros cuando más agua necesitan es precisamente en los meses de verano, de julio a septiembre», afirman. La calidad de sus frutos está en juego.