La consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente va a expropiar a los propietarios de las nueve fincas necesarias para construir el proyectado humedal artificial o filtro verde de 40 hectáreas que ayudará a eliminar los vertidos de nitratos al Mar Menor. Todas las fincas están en plena producción -con cultivos hortícolas y melones, entre otras- y algunas voces del sector agrario ya piensan que se está actuando «con precipitación».

Distintas fuentes consultadas consideran que antes de ponerse manos a la obra habría que tener muy claros los criterios de actuación y evitar perjudicar a un determinado colectivo, si hay alternativas. Por ejemplo, consideran que se podría trasladar este humedal artificial a terrenos cercanos, que no se están cultivando, y que también están en la desembocadura de la rambla del Albujón.

Otro de los puntos que no ven claro es el hecho de que para inundar los terrenos elegidos, tendrían que impulsar el agua, lo que ocasionaría un gasto extra. En el caso de los terrenos colindantes, el agua caería por su propio peso.

La Consejería que dirige Adela Martínez-Cachá, ha previsto que en agosto esté terminado el proceso de expropiación de las tierras, para lo que se invertirán dos millones de euros, y que se comiencen a plantar los carrizos que deben filtrar los nitratos de los vertidos de salmueras. Estos efluentes proceden de las desalobradoras del agua de pozos que se utilizan en la agricultura en el Campo de Cartagena. Para esto último, se invertirán 1,5 millones de euros.

Orden de nitratos

Por otra parte, la Consejería presentó ayer a los agricultores la nueva orden que establece los programas de actuación sobre las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario en la Región, que se publicó en el BORM del sábado, 18 de junio. La orden afecta al Campo de Cartagena, a la Vega Media y a la zonas agrícolas del Pantano de Puentes (Lorca) y se ha consensuado con el sector, indicó Martínez-Cachá.

Estas fincas deberán contar con análisis de suelo al inicio de campaña y del agua cada dos años; y las explotaciones de más de 10 hectáreas de superficie deberán realizar análisis del estiércol adquirido para conocer su nivel de nitrógeno.

Otra de las medidas incluyen la reducción del uso de nitratos en los cultivos por debajo de 50 miligramos/litro; y el compromiso de los agricultores de llevar en sus cuadernos de las explotaciones un balance de este productos, que calcularán en base a la producción, en lugar de por la superficie como hasta ahora.

En la orden se prohíbe a los agricultores tener almacenado el estiércol en sus fincas; y tampoco se les permite utilizar nitrógeno líquido en aquellos terrenos con pendientes elevadas.

Una comisión de seguimiento presidida por el secretario de la Consejería, y en la que participarán representantes del sector, velará por el cumplimiento de la nueva orden.

Fiscal de Medio Ambiente

Por su parte, el fiscal de Medio Ambiente, José Luis Díaz Manzanera, se encuentra analizando la numerosa documentación remitida por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y por la consejería de Agricultura sobre la contaminación del Mar Menor, que se encuentra investigando.

No obstante, estima que tendrá que pedir aún más papeles, tanto a estos organismos como a asociaciones ecologistas (que llevan años denunciando los problemas medioambientales que acarrea la laguna), y a los agricultores.

El fiscal está a la espera de que se concrete en qué fecha podrá ir -lo quiere hacer personalmente- al Mar Menor, presumiblemente a la Rambla del Albujón, con el fin de recoger muestras de agua y analizarlas en un laboratorio, para concretar qué grado de contaminación existe en la laguna.