La directora general de Planificación, Investigación, Farmacia y Atención al Ciudadano de la consejería de Sanidad, defiende la necesidad de racionalizar el uso de los medicamentos y reprocha a las farmacéuticas el precio que piden por algunos de sus productos, que son cada vez más caros. Teme que si no se revisa bien este tipo de gasto, y los costes siguen tan altos, «nos jugamos la continuidad del sistema sanitario».

¿Cómo va la revisión del Plan de acción para la mejora del uso del medicamento?

Estamos ultimándolo. Tiene nueve líneas y en él se abordan también aquellos medicamentos que tienen una alta prescripción y que demandan un uso más racional. Los revisamos con los profesionales, evaluamos a los pacientes que los toman, y hacemos intervenciones de formación para que se prescriban de forma adecuada, evitando los efectos secundarios. Estamos dando la mejor medicación a los pacientes, pero tenemos que hacer un uso racional de la misma, basándonos en su efectividad.

Con las cifras en la mano, ¿se constata un descenso en el número de pacientes con VIH?

No, no terminan de descender. Creo que se han relajado un poco las medidas de prevención en el VIH. Hay nuevos casos y que se detectan en fase avanzada. Muchos piensan que como hay tratamientos y son eficaces, el Sida ya no es un problema.

Ha comentado la eficacia actual de los fármacos, pero también es cierto que no está exenta de un alto precio...

La innovación en tecnología y nuevos fármacos progresa a pasos agigantados pero a unos precios imposibles. Cuando las farmacéuticas sacan un nuevo producto lo ponen a un precio para recuperar su inversión en pocos años. Son precios prohibitivos y en algunos casos escandalosos.

¿Por ejemplo?

Pues es el caso de medicamentos para determinado tipo de cánceres, que lo único que hacen es aumentar la esperanza de vida unos meses, y te piden 80.000 euros. El gasto farmacéutico pone en riesgo el sistema sanitario si la innovación sigue a estos precios.

¿Sería deseable poner un umbral, un precio tope de gasto para los fármacos?

Un grupo del Servicio Canario de Salud ha hecho recientemente un estudio y ha cifrado entre 20.000 y 25.000 euros por año de calidad de vida estandarizado y ganado ese umbral máximo de gasto por encima del cual un medicamento no se debería poner en el sistema de salud español. Por encima de eso, ellos consideran que no es financiable, salvo en casos particulares de enfermedades raras. Pero España, al contrario que otros países europeos, no tiene fijado ningún umbral. Sería algo a estudiar porque el sistema sanitario está en juego.