La Guardia Civil volvió ayer a la desaladora de Escombreras para tomar muestras del agua que utiliza la planta e inspeccionar el estado de los equipos y las conducciones. Buzos de la Benemérita descendieron al cajón de captación, situado en los fondos de la dársena de Escombreras, para recoger muestras que permitan determinar si los caudales son aptos para el abastecimiento humano, dado que en el puerto atracan los petroleros que abastecen a la refinería de Repsol y los buques con gas natural destinados a la planta de Enagás. Las muestras tomadas ayer serán enviadas previsiblemente al Instituto de Toxicología de Madrid para su análisis.

Especialistas del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Murcia y de la Unidad Técnica adscrita a la Fiscalía de Medio Ambiente de Madrid recorrieron las instalaciones para inspeccionar el estado de la maquinaria y de las tuberías y recoger pruebas. Los técnicos también recogieron muestras en la conducción que vierte al mar la salmuera generada en la desalación. En el despliegue de unidades de la Guardia Civil participó una lancha de la Benemérita, utilizada por los buzos en el descenso al cajón de captación y al emisario de la salmuera.

La operación fue coordinada por la Fiscalía de Medio Ambiente de Murcia, que investiga las denuncias por posibles delitos contra el medio ambiente y contra la salud pública. Los trabajadores de la desaladora recibieron instrucciones de apagar sus teléfonos móviles durante la inspección.

El Juzgado de Instrucción número 5 de Murcia, que ha abierto diligencias a raíz de la denuncia del fiscal José Luis Díaz Manzanera, ya ordenó el pasado 18 de mayo un registro de las instalaciones de la planta y de varios despachos relacionados con la empresa de la Comunidad Autónoma Desaladora de Escombreras, cuya sede se encuentra la consejería de Agricultura. La difusión de un vídeo había puesto en evidencia posibles sobornos a responsables de la firma encargada del mantenimiento, Tedagua, perteneciente al grupo ACS.

La Guardia Civil tomó muestras ayer en la planta y en las conducciones e infraestructuras de la desaladora, incluidos los depósitos del monte Calvario de Cartagena, para ver si el agua captada en el fondo de la dársena de Escombreras contiene metales pesados, dado que el cajón de captación se encuentra situado en el puerto donde atracan los petroleros y buques metaneros. Un informe de la dirección general de la Autoridad Portuaria de Cartagena ya desautorizó su uso hace años.

Cartagena, Murcia, Torre Pacheco y Fuente Álamo han consumido agua de la desaladora de Escombreras, destinada sobre todo a las urbanizaciones del Campo de Cartagena. También son utilizados para el riego de cultivos en la zona.

PSOE y Podemos mostraron su alarma ante los posibles delitos contra la salud pública y el medio ambiente, que se sumarían a la trama societaria que investigan la Asamblea y el Tribunal de Cuentas.