La campaña de inspecciones de la dirección general de Energía y Actividad Industrial y Minera pondrá la lupa este año en las empresas de preenvasado y envasado de productos. El plan aprobado por la consejería de Desarrollo Económico, Turismo y Empleo para 2016 contempla 1.800 inspecciones planificadas, 175 más que el pasado año, aunque esta cifra se verá aumentada con las revisiones motivadas por la entrada en vigor de las declaraciones responsables para la apertura de nuevas industrias que establece la Ley de Liberalización y Simplificación Administrativa. Este procedimiento permite a las empresas levantar la persiana sin necesidad de realizar el papeleo que se exigía hasta ahora.

El objetivo de las campañas de inspección es «garantizar el correcto funcionamiento de los sistemas de seguridad industrial, tanto en instalaciones como en productos», según informó la Consejería.

El Plan de Inspección que la dirección general de Industria ha aprobado para 2016 incluye también otras actuaciones de colaboración y comunicación «con las organizaciones y asociaciones profesionales que demandan actuaciones en la lucha contra la economía sumergida y el fraude».

Contempla inicialmente1.800 inspecciones, frente a las 1.620 del año 2015, lo que supone 175 más.

Contiene 23 líneas de actuación, más las inspecciones de muestreo, que son seleccionadas de forma aleatoria de entre los nuevos registros que se realizan en la dirección general de Actividad Industrial. A estas inspecciones se sumarán también las derivadas de «denuncias, accidentes y reclamaciones».

Además, la programación de la dirección general se orienta cada año a un sector específico. La atención de los inspectores se centrará ahora en el control reglamentario de los productos preenvasados. Incluirá también visitas a las empresas y establecimientos que realizan labores de envasado.

El consejero de Desarrollo Económico, Turismo y Empleo, Juan Hernández, aseguró que las expectativas para 2016 superarán las 1.800 inspecciones planificadas inicialmente, dado que «la actividad de inspección se verá aumentada con la puesta en marcha de las declaraciones responsables a la hora de abrir o ampliar industrias, gracias al decreto-ley de Liberalización y Simplificación Administrativa aprobado por el Gobierno».

La previsión de la Consejería es que, a medida que los funcionarios dejen de controlar papeles, «saldrán a la calle a realizar inspecciones».

Juan Hernández destacó que los nuevos procedimientos establecidos por la Ley de Simplificación van a determinar que «a mayor libertad, habrá mayor responsabilidad. Los titulares de las industrias de la Región deben concienciarse de que la facilidad de apertura y ampliación de industrias, que dinamizarán el empleo y con ello la economía regional, no va a ser a costa de perder los niveles de seguridad alcanzados».

Añadió que «la Administración regional velará para que estos niveles se mantengan intensificando su labor inspectora».

Industria empezó a aplicar el pasado mes de septiembre un proceso de simplificación burocrática en 30 procedimientos diferentes para agilizar los trámites de puesta en servicio de instalaciones industriales o energéticas. Estas medidas afectaban a unos 44.000 expedientes anuales.

Con la campaña de inspecciones se podrá ver a partir de ahora el grado de cumplimiento que se está produciendo en las empresas que han empezado a funcionar sin haberse sometido a los controles previos que funcionaban antes de la simplificación.

Controles de los productos de madera para evitar la tala ilegal

La campaña de inspecciones que aplicará este año la dirección general de Energía y Actividad Industrial y Minera también contempla un programa nuevo destinado a comprobar la aplicación del nuevo real decreto en la comercialización de los productos de madera, con el fin de evitar el comercio ilegal con materiales procedentes de talas indiscriminadas. Este real decreto, publicado en el Boletín Oficial del Estado el pasado mes de diciembre, responde a las iniciativas emprendidas por la Comisión Europea para evitar «la tala ilegal de bosques, sobre todo en países tropicales, que contribuye, junto con otros factores, al proceso de deforestación y de degradación de la naturaleza y pone en peligro la biodiversidad.