La Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) acogió ayer una jornada titulada ´2016: ¿el último año del Mar Menor?´, organizada por la plataforma ciudadana ´Pacto por el Mar Menor´. En ella, varios expertos analizaron la situación actual de la laguna y aportaron posibles soluciones. El profesor de la Politécnica Francisco Javier Gilabert, que participó junto a otros siete expertos, afirmó que los avances tecnológicos son muy útiles para recuperar el Mar.

Habla sobre el uso de tecnologías para la gestión inteligente del Mar Menor, ¿cuál es el camino?

Teniendo modelos hidrodinámicos, con sistemas de información para recibir todos los datos en un mismo punto, podemos tomar decisiones desde ahí, teniendo en cuenta todos esos datos. Se cuenta con sistemas de boyas y de transmisión de datos con los que se puede alertar con más tiempo de cualquier incidencia para actuar cuanto antes si hay algún problema.

¿Se puede predecir una incidencia en la laguna?

Los cambios se pueden predecir, pero no con una certeza del 100%. Por eso las nuevas tecnologías pueden ayudar a que se tomen decisiones antes y con más información. Contamos con sistemas de alerta que podemos utilizar para controlar niveles de oxígeno, clorofila o temperaturas... Así, cualquier cambio puede darnos la alerta de que tenemos que actuar y así no esperar hasta el último momento para tomar medidas.

¿Cuál es la actual situación del Mar Menor? ¿Su futuro es tan negro como lo pintan desde las asociaciones ecologistas?

La situación ahora viene derivada de muchos años con vertidos y procesos que han alterado poco a poco el ecosistema. No es el mismo Mar Menor que hace 20 años y eso se debe a estos procesos. Gradualmente, los efectos no se notan, pero llega un momento en el que las condiciones climatológicas dan un cambio y aceleran el deterioro.

¿Cómo es posible que de un año a otro se haya visto tanto deterioro en la laguna? Hablan incluso de prohibir el baño durante la próxima temporada estival, aunque los informes de la Comunidad habilitan las aguas para su uso...

Como decía, el cambio en las condiciones climatológicas puede ser clave. Es el caso de este año pasado, donde tuvimos el verano más cálido de los últimos años y el invierno también ha contado con altas temperaturas. Esto sin duda ha afectado al Mar Menor. No podemos esperar que el ecosistema siga actuando igual ante unas condiciones tan cambiantes y extremas. Como he dicho, el estado actual de la laguna no tiene nada que ver con el que tenía hace dos décadas, por lo que ahora es cuando nos está enviando un mensaje de alerta y debemos actuar.

Su ponencia, así como el resto de conferencias, tiene una duración un cuarto de hora... ¿Suficiente para hablar de qué hacer en el Mar Menor?

Hemos sido muy concretos y hemos presentado nuestras propuestas y nuestras ideas, a partir de ahí se puede seguir trabajando y colaborando. Insisto en la posibilidad de crear un centro de control que aglutine todas las informaciones que podemos obtener del Mar Menor. De esta forma el trabajo estará más coordinado y será más sencillo atajar cualquier incidencia que se produzca en los próximos días, meses o años.