El presidente de CROEM, José María Albarracín, declaró ayer a Onda Regional, durante la toma de posesión del nuevo consejero de Fomento, que «hay que depositar la confianza en el presidente y las palabras que ha dicho» en el sentido de que no contrató ningún servicio con las empresas de la trama Púnica. Albarracín también señaló que una situación como esta genera «incertidumbre e intranquilidad», aunque reclamó «sosiego».

Por su parte, la oposición no se muestra convencida con las explicaciones de Pedro Antonio Sánchez. El diputado socialista Emilio Ivars considera que «un presidente relacionado con tres casos de corrupción y continuamente bajo sospecha no puede permitirse el lujo de pedirle a los murcianos que estén tranquilos, y encima tiene la poca vergüenza de desacreditar a la Guardia Civil y a los jueces». Afirmó que su situación es «insostenible».

Óscar Urralburu, líder de Podemos, señaló que al presidente «lo han pillado con las manos en la masa» y cree que «se tendrá que retractar públicamente». «Es él quien está sometiendo a escarnio a toda la Región, al abrir telediarios un día tras otro», indicó.

El portavoz de Ciudadanos, Miguel Sánchez, recordó que «los delitos también se cometen en grado de tentativa», insistiendo en que Pedro Antonio Sánchez tendrá que dimitir si es imputado, mientras que Teodoro García, del PP, acusó a algunos partidos de «hacer campaña a costa de los tribunales de justicia».