Podemos también cargó a la Asamblea Regional facturas correspondientes a gastos de la campaña electoral, concretamente los honorarios de un servicio de interpretación de lengua de signos (400 euros) y un recibo de 67 euros en cuyo concepto pone ´Plantilla web para la campaña autonómica´. Al igual que con Ciudadanos, que cargó más de 22.000 euros en facturas de la campaña, el informe de la Oficina Técnica de Seguimiento y Control Presupuestario de la Asamblea insta al grupo de Óscar Urralburu a dar cuenta de estos recibos ante el Tribunal de Cuentas, que es el que fiscaliza el gasto electoral.

El informe, que fue publicado ayer en la web de la Asamblea, es provisional y los grupos tienen hasta el 10 de junio para presentar alegaciones. Ninguno de los partidos sale bien parado del mismo, pues en el apartado de conclusiones que dedica a cada grupo, la intervención señala, en todos los casos, que «en la mayoría de gastos no se puede asegurar que sean necesarios para el funcionamiento del grupo».

Así, a Ciudadanos le reprocha que haya incluido facturas como el alquiler de salones en hoteles, encuadernaciones y reportajes fotográficos, además de viajes y gastos de manutención sin aclarar el motivo que los ha originado. Es el único que no ha realizado traspasos al partido, «aunque se han pagado gastos pertenecientes al mismo». La Asamblea le reprocha que «al menos seis facturas no son originales» y que «no queda acreditado el pago al beneficiario en la mayoría de los casos, ya que no se han presentado todos los justificantes de pago».

En las conclusiones relativas a Podemos, que sí ha presentado todos los justificantes, la Oficina de Control Presupuestario ha detectado, además de las facturas de la campaña electoral, otros gastos que no se corresponden con la actividad del propio grupo, como «el alquiler de locales, actuaciones musicales o desplazamientos de conferenciantes para talleres».

Llama la atención que tanto Podemos como Ciudadanos incluyen entre las facturas a pagar con cargo a la subvención de la Asamblea el arrendamiento de sus respectivas sedes, en el caso de Podemos con compra de mobiliario y material incluido, entre los que destaca la adquisición de bombonas de helio que se emplean para inflar globos. También aparece el pago a un procurador por la personación del partido en el caso Auditorio, algo que causa indignación en el PP.

El PSOE, por su parte, «ha financiado gasto corriente exclusivamente» con la subvención que recibe de la Asamblea Regional, aunque «en la mayoría de los casos no se puede asegurar que sean necesarios para el funcionamiento del grupo», concretamente «los gastos de manutención del personal y, sobre todo, la donación de dinero a los trabajadores, de la que no consta liquidación, si procede, de los impuestos aplicables». Todos los apuntes contables cuentan con respaldo documental y son originales, excepto una carta de invitación. El Grupo Socialista no dispone de NIF propio y utiliza el del PSOE.

En lo que se refiere al Grupo Parlamentario Popular, el informe dice que «los gastos de manutención y locomoción de los diputados», así como «las jornadas formativas», no están claros que sean necesarios para el funcionamiento del grupo. Todos los justificantes son originales, aunque «no se han presentado documentos que justifiquen el pago, no pudiendo verificarse la correcta imputación del gasto». Entre las facturas que deben justificar mejor, destaca un viaje en tren del presidente Sánchez de Madrid a Antequera, el pueblo de su esposa.