«Mi mayor dificultad simplemente por ser trans es que la sociedad da por hecho que mi vida no me pertenece». Así se expresa Artizar Díaz Arellano, mujer transexual y transfeminista. Activista de calle de la asociación Galactyco y ciberactivista tuitera desde su perfil (@ArtyzarDA), se esfuerza por dar una visibilidad de la transexualidad mas realista y positiva, y charló con LA OPINIÓN sobre las dificultades del colectivo.

«Gran parte de la gente se siente justificada para darme su opinión sobre mi identidad, como si ello fuera a definirme; asumen que tienen competencia para guiarme hacia lo que consideran 'una mujer de verdad'», denuncia la joven cartagenera. Asimismo, asevera, «tampoco se considera que yo tenga derecho a la intimidad», ya que «mucha gente al poco de conocerme (por alguna extraña razón) se siente justificada a preguntarme por mis genitales o cómo mantengo relaciones sexuales con mi pareja». «Las mujeres trans estamos hipersexualizadas por la simple posibilidad de tener pene», lamenta. «También que mi pareja sea una mujer les es completamente incomprensible y creen (no sé por qué) que yo siento la necesidad de que lo entiendan», comenta la joven.

Preguntada por cómo ve el trato institucional a personas trans y de género no binario en la Región, Díaz Arellano sostiene que «desgraciadamente, la Región de Murcia, junto a Galicia y a alguna otra, es de las comunidades más deficientes en cuanto al trato a las personas transexuales».

«Esto se debe sin duda a que el Gobierno regional ha bloqueado nuestros derechos por activa y por pasiva durante 20 años, sólo ahora tenemos alguna posibilidad de cambiar eso. La reciente ley aprobada es sólo el primer paso, no hay que cantar victoria», remarca.

Cuestionada sobre si a las mujeres transexuales se les exige, en general, más feminidad, la cartagenera subraya que «indudablemente». «No sé bien a qué lógica obedece esa chorrada tan grande como una catedral, pero creo que se debe a las fantasías que el grueso de la población cisexual tiene acerca de nuestras vidas», espeta.

La joven cartagenera hace hincapié en que «las instituciones, si de verdad quieren combatir la transfobia, lo tienen muy sencillo: basta con escucharnos, porque tenemos nuestra propia voz».

Claves

  • El pleno de la Asamblea Regional aprobó hace unos días por unanimidad la Ley de Igualdad Social de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales, Transgénero e Intersexuales (LGTBI), que pretende avanzar en la igualdad de trato de estos colectivos, permitirá a los transexuales operarse y realizar un tratamiento hormonal en los centros sanitarios públicos.
  • La ley contempla sanciones leves, graves y muy graves por comportamientos discriminatorios o represalias contra estas personas, que podrán ir desde un apercibimiento hasta los 45.000 euros de multa y la prohibición de percibir ayudas públicas durante un periodo de dos años.
  • El Tribunal Supremo ha preguntado al Constitucional si es acorde con la Constitución el artículo 1 de la norma que regula el cambio de identidad sexual en el Registro Civil, el cual exige la mayoría de edad para efectuar dicha modificación. Los menores pueden registrar un cambio de sexo, dice el Supremo, a raíz del caso de un joven de 14 años.