Cuatro presuntos acosadores, todos entre 16 y 17 años de edad, han de comparecer en estos días en la Fiscalía de Menores de Murcia acusados de acosar de forma reiterada a un compañero del instituto del Carmen, donde todos cursan sus estudios.

Pese a que el director del instituto, Santiago García, aseguraba a LA OPINIÓN en febrero que el centro escolar había solucionado el conflicto, mediante la aplicación del protocolo, lo cierto es que el caso sigue sus cauces legales. Es más, fuentes de la investigación corroboraron que estas declaraciones del director no sentaron bien en la familia de la víctima.

En los documentos que manejan los investigadores se reflejan conversaciones de los supuestos acosadores en la red de mensajería instantánea WhatsApp, que los jóvenes tienen instalada en sus teléfonos móviles. En estos mensajes, que están en poder de la Policía, los sospechosos llegan a hablar de dañar a su víctima hasta el punto de que llegan a hablar de «tirarlo al río».

Las nuevas tecnologías desempeñaron un papel fundamental en este caso, al igual que, explican desde la Policía, en muchos de los casos que se dan últimamente. El hecho de que cada menor disponga de un móvil con conexión a Internet condiciona sus relaciones personales y afecta a la hora de mantener conversaciones con sus compañeros.

En febrero, la presidenta de la Asociación de Padres y Madres del centro, Ana Luisa Pedauyé, sostenía que el caso de este chico «se tenía que haber quedado en un problema interno».