El Colegio de Arquitectos de Murcia acoge desde ayer una jornada sobre la regeneración de las ciudades y la recuperación de zonas urbanas degradadas, que aspira a dar respuesta a los problemas que afronta el urbanismo desde una visión social y no solo técnica. Profesionales que han abordado el urbanismo como una herramienta capaz de dar respuesta a las necesidades y derechos reconocidos a la población, empezando por el acceso a la vivienda, marcarán las pautas a seguir para tratar de hacer de las ciudades un entorno saludable.

En las 'Jornadas de Urbanismo 2016', inauguradas ayer, que continuarán hoy, intervienen Jordi Ludevid, presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España; Josep María Vilanova, presidente de la Unión de Agrupaciones de Arquitectos Urbanistas de España; y Esther Monasterio, presidenta de la Agrupación de Arquitectos Urbanistas de la Región de Murcia, entre otros. El decano del Colegio de Murcia, Antonio García, apuntó que las ciudades tendrán que hacer «un esfuerzo para impulsar la integración social de sus habitantes».

Antes de reunirse en Murcia los arquitectos españoles han elaborado un documento que recoge medidas de regeneración urbana y que detalla las pautas a seguir para hacer las ciudades más habitables y mejorar calidad de vida de sus vecinos. El informe 'Hacia un urbanismo responsable' ha sido realizado por la Unión de Agrupaciones de Arquitectos Urbanistas de España y aprobado por unanimidad por el Pleno del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos del país. Es fruto de las jornadas organizadas por el Colegio de Arquitectos de Murcia y de los debates celebrados en Cartagena y Madrid durante el año 2015. Alerta a las instituciones del riesgo de que vuelva a repetirse una burbuja inmobiliaria como la que ha generado la crisis iniciada en 2007, si no se toman medidas para contrarrestar el peso de la iniciativa privada. Añade que «pese a las malas praxis desarrolladas, conocidas y denunciadas, el urbanismo que realizan las administraciones públicas sigue siendo mejor que el impulsado por los agentes privados», dado que trata de «buscar respuestas a las necesidades sociales, económicas y ambientales». Parte de la base de que «la prioridad del urbanismo debe ser generar las condiciones para hacer efectivo el derecho de la población a una vivienda digna y asequible».

Reivindica la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones y la evaluación de los resultados» y defiende una gestión del suelo orientada «hacia un modelo económico eficiente y equilibrado». Los ponentes ofrecerán alternativas al sistema del planeamiento cerrado, que se considera obsoleto, apostando por recuperar el urbanismo de los barrios.