La consejería de Familia e Igualdad está preparando unas nuevas formas de actuación en la intervención en casos con personas mayores. Sólo Castilla León y Andalucía cuentan con los pasos concretos que un profesional debe seguir en caso de que se detecte un posible maltrato, que no ocupan más de un par de párrafos, que abordan estos temas, según explica Carmelo Gómez.

En octubre del año pasado, la Asamblea Regional aprobó por unanimidad la moción sobre la elaboración de una rutina sobre la protección y actuación en caso de maltrato a personas mayores.

Durante la presentación de la propuesta Inmaculada González, diputada regional del Partido Popular, dijo que en los nueve primeros meses del 2015 más de 100 mujeres mayores de 60 años habían solicitado ayuda por sentirse víctimas de la violencia de género. Razón que activó la alarma y motivó el cambio.

Al no tener forma de medir el alcance del problema, los profesionales se enfrentan a un reto especialmente complejo. « Hemos empezado a hacer un pilotaje y trabajo de exploración para ver realmente a qué nos estamos enfrentando, al menos, en el entorno residencial y comunitario», declara Carmelo Gómez.

En la actualidad no se cuenta con las herramientas necesarias para detectar estos casos y se emplean únicamente métodos subjetivos. Por ello, se está trabajando para establecer unos parámetros: «estamos usando como base los especificados en la escala EASI, que complementamos con más mecanismos», adelanta el coordinador de Mensajeros de la Paz, «también es una cuestión de sensibilización a la población sobre lo que se considera maltrato o no».