Los centros de salud necesitan el trabajo de los psicólogos. Al menos así lo ve la decana del Colegio de Psicólogos de la Murcia, María José Catalán, que se reunió ayer con la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Violante Tomás, para tratar las principales necesidades de la población en materia de atención psicológica.

Durante el encuentro, la decana de los psicólogos trasladó a Violante Tomás las principales necesidades del colectivo profesional en los Servicios Sociales, así como su trabajo con los grupos más vulnerables.

La consejera y Catalán valoraron aumentar el número de psicólogos que se encargan de atender a personas en riesgo de exclusión en la Región, a través de los servicios sociales de los ayuntamientos, ya que, según palabras de la decana, actualmente se les ofrece asistencia psicológica, pero «dentro de sus posibilidades», en referencia al número de psicólogos en plantilla, algo ante lo que Violante Tomás «se mostró muy receptiva y vio muy clara la necesidad», explica María José Catalán.

Además, la consejera destacó la labor de los psicólogos para atender las necesidades de autoestima de personas en situación de alta vulnerabilidad, y compartió su preocupación por reforzar el servicio. Ante estos intereses, Violante Tomás explicó que uno de los objetivos de la Consejería es mejorar «la calidad de los servicios de Atención Primaria, ya que, además de contar con la colaboración de los trabajadores sociales, es primordial la atención de los psicólogos. La labor de estos profesionales es esencial, ya que tiene por objeto proporcionar atenciones de carácter social, doméstico, de apoyo psicológico, rehabilitador y socioeducativo», resaltó.

Por otro lado, la decana abordó la idoneidad de llevar a cabo un trabajo en red coordinado en los servicios sociales de atención primaria, en un sentido amplio, de los psicólogos con profesionales del sector educativo, con salud mental y con justicia, una labor imprescindible para abordar todas las circunstancias del individuo, más allá de sus necesidades monetarias y ayudas económicas, «que siempre son también imprescindibles», detalló. Se entiende como situación de alta vulnerabilidad y grave exclusión social aquella en la que a la falta de recursos materiales y económicos se unen frustraciones, renuncias y discriminaciones, con la imposibilidad de afrontar situaciones habituales. «De ahí que no sólo hablemos de recursos materiales, sino de la necesidad de motivar psicológicamente», añadió Tomás.

Además, Catalán explicó otro de los objetivos del Colegio. Que se genere el servicio psicológico en los centros sanitarios de atención primaria, para que los profesionales atiendadan «las dolencias psicológicas más habituales, como los problemas de depresión, susceptibles de mejora con una atención temprana», a lo que añadió que «seguirán trabajando con ayuda de la administración, de la que han recibido muy buena respuesta».