El ministerio de Educación, Cultura y Deporte reafirmó ayer que el calendario de implantación de la LOMCE va seguir tal cual está previsto en la propia ley, de manera que la nueva evaluación final de Bachillerato se aplicará por vez primera a finales del curso 2016-2017, con una estructura similar a la Selectividad.

El departamento que todavía dirige el ministro Íñigo Méndez de Vigo desoye así las reñivindicaciones de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), que ayer reclamaron al ministerio de Educación la prórroga de la actual prueba de acceso a la universidad (Selectividad) a ese curso debido «a la indefinición» de la evaluación final de Bachillerato, que imposibilita a las universidades aprobar sus criterios de admisión, argumentan.

Por el contrario, fuentes ministeriales respondieron que los responsables de Educación han hablado con los miembros de la CRUE en numerosas ocasiones, tratando las cuestiones técnicas de la nueva prueba y éstas «han sido bien acogidas» por los rectores de las universidades.

Las fuentes añaden que no existe ninguna indefinición jurídica y que hay tiempo más que suficiente, pues queda más de un año para realizar la evaluación citada por vez primera.

Además, esa evaluación estará diseñada para dar «todas las facilidades» a alumnos, por eso tendrá una estructura «similar» a la actual prueba de acceso a la Universidad (PAU). La diferencia más importante, apuntan las fuentes, es que será una prueba única en toda España.

El secretario general de Universidades, Jorge Sainz, insiste en que la propuesta del Ministerio consiste en que las pruebas de la evaluación de Bachillerato sean similares a las ya existentes y se celebren de manera semejante para que los estudiantes no se vean afectados. Participarán las universidades y los profesores de Bachillerato.

El calendario de la LOMCE establece que la evaluación final de Bachillerato se aplicará por primera vez al terminar el curso citado al alumnado que haya cursado segundo de Bachillerato, si bien aún no ha sido regulada por un desarrollo normativo posterior del Ministerio, de ahí las quejas de los rectores, que hacen mención a que quienes cursan actualmente primero de Bachillerato, que «no saben» si están eligiendo las asignaturas adecuadas que mejor les prepararán para acceder al grado que desean cursar.

No tendrá efectos académicos en esa primera ocasión (no será necesario superarla para obtener el título de Bachiller), pero sí se tendrá en cuenta para el acceso a la Universidad, de forma que desaparece la Selectividad.

Ante la falta del desarrollo normativo «necesario para la concreción de la evaluación final de Bachillerato», la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas ha instado a «una moratoria excepcional» de la PAU actual.