El presidente de la CROEM, José María Albarracín, asegura que la interinidad del Gobierno, que lleva ya casi tres meses en funciones, está poniendo en peligro una veintena de proyectos de inversión en la Región, que suman más de 1.000 millones de euros. Según las estimaciones del máximo responsable del empresariado murciano, los proyectos empresariales que están en el aire aportarían en torno a los 2.000 empleos.

El Boletín de coyuntura económica correspondiente al cuarto trimestre de 2015, que la CROEM dio a conocer a finales de febrero, ya alertaba de las consecuencias que la incertidumbre política podía tener sobre los proyectos empresariales que están fraguándose en estos momentos, a la espera de que se despejen las dudas que plantea la provisionalidad del Gobierno, en funciones desde el pasado 20 de diciembre, y de que se sepa quién será el nuevo inquilino de La Moncloa.

En aquel momento Albarracín aseguró a LA OPINIÓN que la incertidumbre se está traduciendo en «una ralentización de los proyectos empresariales en marcha», aunque no llegó a dar cifras.

Sin embargo, el presidente de la patronal aseguraba ayer en unas declaraciones recogidas por Onda Regional que las iniciativas en suspenso que pueden peligrar si no se despeja el panorama político suman más de 1.000 millones.

José María Albarracín, que ayer mantuvo sendos encuentros con parlamentarios del PP y de Ciudadanos en la sede de la patronal, manifestó su temor a que puedan perderse parte de estas inversiones.

Aunque no dio nombres de las compañías que han puesto los ojos en la Región, pero prefieren esperar el desenlace de las negociaciones para la formación del nuevo Gobierno, aseguró que «si hay más de veinte proyectos importantes de mucho calado, que representarían más de 1.000 millones de euros de inversión y que darían aproximadamente 2.000 puestos de trabajo, que están paralizados a la espera de ver qué capacidad de consenso y de acuerdo se alcanza» para ver si siguen adelante.

La CROEM ya advertía de que la incertidumbre está también entre las causas de la fuga de empresas que se ha producido en la Región durante el último año, cuyo saldo resulta negativo.

Según los datos que recoge el informe, en 2015 han salido de la Región 172 empresas, la mayoría de las cuales se han trasladado a la Comunidad Valenciana y a Madrid.

En contrapartida, se han instalado en el territorio regional 123 nuevas compañías, lo que arroja un saldo negativo de 49, según el indicador de la consultora Axesor, al que aludía la CROEM.

La opinión del presidente de la patronal es compartida también por el consejero de Desarrollo Económico, Turismo y Empleo, Juan Hernández Albarracín, quien asegura haber constatado las reservas de los empresarios a poner en marcha nuevas inversiones durante los contactos que mantuvo en la última feria del sector agroalimentario de Berlín.

Hernández sostiene que «hay proyectos con la financiación bancaria aprobada que se están aplazando». Aludió en concreto a la inversión de una empresa en Lorca que se ha quedado aparcada.

También la alcaldesa de Archena, Patricia Fernández, aseguró que en su municipio hay una empresa del sector de la construcción dispuesta a comprar una extensión de 4.000 metros cuadrados de suelo en el polígono La Capellanía de Archena, que ha frenado su proyecto para esperar a ver cómo se resuelve la actual situación política.