El Ejecutivo regional y la patronal sostienen que la interinidad generada tras 70 días de Gobierno provisional está empañando los planes de inversión de empresas que habían decidido emprender nuevos proyectos, pero han optado por esperar hasta saber quién será el nuevo inquilino de La Moncloa. La alcaldesa de Archena y vicesecretaria de Comunicación del PP, Patricia Fernández, ha sido uno de los primeros regidores municipales en dar la voz de alarma ante la congelación de planes de inversión por miedo a que la inestabilidad política empañe la recuperación. Los cambios que puedan producirse en la legislación laboral se ven como una de las incógnitas que despiertan mayor preocupación, junto con el agua, que ha generado una gran inquietud en las últimas semanas.

Patricia Fernández asegura que en su municipio hay una empresa del sector de la construcción, dispuesta a comprar una extensión de 4.000 metros cuadrados de suelo en el polígono La Capellanía de Archena, que ha frenado su proyecto para esperar a ver cómo se resuelven las negociaciones para la formación de Gobierno.

Según explicó la regidora y diputada de la Asamblea Regional, «la incertidumbre» crea interrogantes sobre las futuras políticas que pueden llegar a aplicarse en materias como el empleo que llevan a los inversores a esperar para saber a qué atenerse. A su juicio, la posibilidad de que salga «un gobierno de izquierdas» provoca un gran desconcierto.

Por su parte, el consejero de Desarrollo económico, Turismo y Empleo, Juan Hernández, explicó que ha constatado las reservas de los empresarios a poner en marcha nuevas inversiones durante los contactos que mantuvo en la última feria del sector agroalimentario celebrada en Berlín. Hernández sostiene que «hay proyectos con la financiación bancaria aprobada que se están aplazando». Aludió también a otra inversión de una empresa en Lorca que se ha quedado aparcada.

El titular de Desarrollo Económico indicó que los inversores se plantean sobre todo lo que puede ocurrir «si el déficit público vuelve a descontrolarse y se produce una escalada de la deuda que dispara los costes financieros. En este momento tenemos los créditos del FLA al 0% y unas cuentas para 2016 que son un buen presupuesto», apuntó.

También el presidente de la CROEM, José María Albarracín, asegura que se está produciendo «una ralentización en los proyectos. Hay inversiones empresariales que se están quedando en ´stand by´. La economía y la inversión es muy respetuosa y temerosa con la inestabilidad política, que se está traduciendo en una paralización de los proyectos». Su impresión es que los inversores prefieren observar y ver» cómo se resuelven las negociaciones para la formación de gobierno.

Por otra parte, el Boletín de Coyuntura correspondiente al cuarto trimestre de 2015 atribuye a la incertidumbre la fuga de empresas que se ha producido en la Región durante el último año, cuyo saldo resulta negativo. Según los datos que recoge el informe, en 2015 han salido de la Región 172 empresas, la mayoría de las cuales se han trasladado a la Comunidad Valenciana y a Madrid. En contrapartida, se han instalado en el territorio regional 123 nuevas compañías, lo que arroja un saldo negativo de 49, según el indicador de la consultora Axesor.

No obstante, la consultora ha ofrecido un balance desde principios de año hasta el 19 de febrero, según el cual se han marchado 13 empresas de la Región en este periodo, pero han llegado 24, lo que supone un balance positivo de 11 en poco más de un mes y medio.