Conocidos en la calle como los «Bin Laden» ­­-porque muy pocos son los que han llegado a verlos- estos «papeles» de color eminentemente morado podrían tener los días contados por su presunta vinculación con actividades criminales. En 2010 los billetes de 500 euros fueron retirados en el Reino Unido tras conocerse los resultados de una investigación de la Agencia contra el Crimen Organizado en la que se confirmaba que el 90% de los billetes de ese valor que entraban en el país eran utilizados para actividades ilícitas.

Seis años después, parece ser que son las autoridades comunitarias las que ahora quieren tomar cartas en el asunto. Así, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, apuntó recientemente que «son vistos cada vez más como un instrumento de actividades ilegales, y es en ese contexto en el que estamos considerando acciones». Benoit Coeuré, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, fue un poco más allá y confirmó que serían retirados, algo que «tiene que hacerse con cuidado». Días antes, los 28 Estados de la Unión Europea (UE) instaron oficialmente a la cúpula del BCE a buscar una solución al problema.

Y los datos avalan que España será uno de los territorios donde más se notará el cambio. Un reciente informe publicado por la asociación de Técnicos de Hacienda (Gestha) confirma que este tipo de billetes suponen el 75% del dinero que actualmente está en circulación en España, alcanzando un valor de 34.104 millones. Desde Gestha también apuntan que su presencia se ha triplicado durante sus 14 años de vida, ya que cuando entró en vigor la moneda única en 2002 suponían el 25,1% del total.

Jose María Mollinedo, secretario general de Gestha, recordó que «en 2004 ya alertamos de la situación. Eran unos billetes con dos años de vida y no era normal lo que estaba pasando. No eran de uso común y su presencia, en teoría, iba in crescendo. Creo que es una buena idea el que se piense en su retirada, aunque habría que conocer a fondo la estrategia que el BCE quiere seguir». El portavoz de Gestha argumentó que «los billetes de 500 se han utilizado para actuar al margen del control fiscal, pero también del policial. Han estado presentes en registros a grupos delictivos o a representantes políticos investigados. En 2005 apuntamos la posibilidad de hacer un censo de personas que los han utilizado, pero el Gobierno de Zapatero nos dijo que no quería demonizarlos. Ahora el BCE anuncia su posible retirada, pero creo que es necesario apostar por un método que permite identificar a los ciudadanos que los tienen, como un sistema de ingresos en cuentas bancarias personales. No podemos olvidarnos de que son un instrumento y lo que necesitamos es atacar a la raíz del problema». Los datos aportados por Gestha permiten observar que el porcentaje de billetes de 500 euros en España (75 %) prácticamente triplica el índice europeo (27,65 %). Consultado al respecto, Mollinedo explicó que «la explicación más plausible es que aquí ha habido menos control. Puede decirse que somos la cuna del problema».