El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Miguel Ángel Ródenas, que fue director general del Agua de la consejería de Agricultura durante 16 años, negó conocer las decisiones del Ente Público del Agua ante la comisión especial de la Asamblea Regional que investiga la desaladora de Escombreras. Ródenas eludió contestar a los parlamentarios de la oposición que le preguntaron sobre la concesión de certificados a los ayuntamientos que no conseguían el informe preceptivo de la CHS para aprobar desarrollos urbanísticos, aunque acabó admitiendo que la planta de Escombreras avaló los planes generales entre 2005 y 2009 sin disponer de la preceptiva concesión de la CHS.

«Bastante tenía yo con las 45 depuradoras que se construyeron en la Región y que están funcionando bien», dijo el ex director general para justificar su desconocimiento. Sin embargo, recordó que en este momento los caudales de Escombreras están incluidos en las aportaciones de la cuenca y advirtió de que en caso de que se prolongue la sequía, «la planta será imprescindible para garantizar el abastecimiento. Podíamos haber tenido una sequía y la desaladora se habría utilizado al cien por cien», aventuró Ródenas.

Añadió que gracias a la gestión privada «Escombreras daba agua a los tres años, mientras que las plantas del Ministerio tardaron nueve», a excepción de San Pedro.

Al preguntarle el diputado de Podemos Antonio Urbina si las condiciones del contrato eran leoninas, las comparó con las tarifas eléctricas.

«Todos estamos sujetos a condiciones draconianas en la vida. En el recibo de la luz hay una parte que uno paga tenga o no tenga luz. Esto es algo parecido». El socialista Jesús Navarro apuntó que el agua de la dársena de Escombreras no es la más indicada para el suministro humano, tal y como dice la Autoridad Portuaria. Ródenas le reconoció al diputado del PSOE que hasta 2009 el Ente del Agua no tuvo la concesión de la CHS para dar certificaciones garantizando el suministro.

Urbina trató de conseguir que Ródenas aclarara quién tomaba las decisiones en el Ente Público del Agua y en la empresa pública Hidronostrum, de los que era consejero, pero no lo consiguió. El presidente de la CHS no se acuerda de lo que se debatía en estos consejos, aunque dio a entender que el entonces gerente, Amalio Garrido, era el que llevaba la voz cantante. Urbina concluyó que el gerente avaló el crédito concedido por Banesto a la empresa promotora, Hydro Management, del grupo ACS, que preside Florentino Pérez. Ródenas justificó su mala memoria en «el ajetreo de los últimos cuatro años».