La consejería de Sanidad realizó ayer un llamamiento a la calma en la guerra que mantienen los médicos y los enfermeros en la Región de Murcia a cuenta del Real Decreto de Prescripción, que ha originado un cruce de declaraciones entre representantes de ambos colectivos profesionales.

Fuentes del departamento que dirige Encarna Guillén, a preguntas de esta Redacción, indicaron que la Consejería no tiene pensamiento de denunciar ahora mismo el Real Decreto «porque se tiene que desarrollar todavía la normativa completa, que debe incluir las guías, es decir, las pautas que lleva el decreto para que la prescripción sea adecuada». «Una vez que esté desarrollada -añaden las referidas fuentes de Sanidad- veremos si proponemos algún cambio con el Ministerio o si se queda como está».

Desde Sanidad señalan que «hay que mantener la calma» y recuerdan que «todos los profesionales sanitarios, incluidos por supuesto los médicos y los enfermeros, son esenciales para mantener un buen nivel de asistencia a los pacientes». Por tanto, «conjugar la experiencia y el buen hacer» de ambos colectivos profesionales es imprescindible, según la Consejería, para que el funcionamiento del sistema sanitario en la Región tenga la mayor calidad posible.

«Estamos seguros de que todos los que forman parte del sistema sanitario público buscamos mejorar la asistencia a los ciudadanos de la Región de Murcia. No hay que lanzar campanas al vuelo cuando la normativa no está completamente desarrollada. Una vez que se desarrolle, habrá que alcanzar acuerdos y seguro que entre todos encontramos una solución perfecta», indicaron portavoces de la consejería de Sanidad.

Y es que la 'guerra de las batas blancas' se ha recrudecido con las declaraciones del responsable regional de Satse, sindicato mayoritario entre los profesionales de la enfermería, en la que denunciaba que algunos enfermeros estaban recibiendo amenazas por parte de médicos «por cumplir la ley». Estas palabras recibieron respuesta por parte de la presidenta del Colegio de Médicos, Isabel Montoya, quien recordó que el artículo 3.1 del Real Decreto faculta a los enfermeros a prescribir medicamentos a los pacientes siempre y cuando tengan la autorización del facultativo. Montoya acusó a los enfermeros «de querer coger el bolígrafo» para recetar y advirtió de que «a veces el bolígrafo es más peligroso que el bisturí». «Si quieren ser médicos, tienen las facultades de Medicina abiertas», indicó la presidenta del Colegio de Médicos de la Región. La responsable del Colegio de Enfermeros, Alemia Corominas, declaró por su parte que los pacientes no tienen que pagar este carrusel de «dimes y diretes».