El runrún está en el ambiente desde prácticamente la misma noche electoral del 24 de mayo de 2015. La IX legislatura autonómica, la primera en la que un partido no tiene mayoría absoluta en la Asamblea Regional, no durará cuatro años. No fue casualidad que los partidos de la oposición reformaran, a toda prisa, la Ley Electoral en el primer mes. La opción va a estar presente lo que dure la legislatura y los equipos electorales de los diferentes partidos todavía no han guardado los manuales de campaña. La posibilidad cobraría más fuerza en el caso de que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no supere el debate de investidura y se tengan que repetir las elecciones generales. En tal caso, la cita con las urnas sería el 26 de junio, justo un año después de que echara a andar el actual Gobierno de la Región de Murcia.

El presidente de la Comunidad y secretario general del Partido Popular en la Región, Pedro Antonio Sánchez, nunca se ha mostrado contundente a la hora de atajar la posibilidad de tener que votar antes de lo previsto cuando se le ha preguntado por el tema. Ya unos días después del 24M sorprendía a todos al abrir la puerta públicamente a la repetición de los comicios. En diciembre, en una entrevista en LA OPINIÓN, contaba que en la comida navideña con los diputados del Grupo Parlamentario Popular había dicho que iba a hacer todo lo posible para que en 2016 no haya elecciones autonómicas.

También hace unos días, en un acto celebrado en Murcia en el que estuvo también la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, Sánchez reconoció que no contempla el adelanto electoral «a este día y a esta hora». Es decir, que no termina de cerrar la puerta a una convocatoria electoral antes de lo previsto. Tras las generales del 20D, ante el buen resultado que logró el Partido Popular en la Región (cinco diputados, tantos como los demás partidos juntos), Pedro Antonio Sánchez manifestó que estaba seguro de que, si los comicios hubieran sido regionales, los populares habrían sacado más votos gracias precisamente a la acción del Gobierno que preside.

El Gobierno afirma que en su cabeza solo está la idea de acabar la legislatura, con Pedro Antonio Sánchez como presidente, por supuesto. Pero son conscientes de que el camino de espinas de este primer año de legislatura no se va a aclarar. Lanzarse a la aventura del refrendo de las urnas, ahora que la popularidad del líder ha aumentado, quizás no se vea tan mala opción en las filas populares, que además se liberarían del acuerdo de investidura con Ciudadanos que tantos quebraderos de cabeza les está dando a cuenta de los imputados.

No obstante, el Partido Popular tendría las mismas que ahora en un hipotético adelanto electoral. Con la nueva Ley Electoral, conseguir la mayoría absoluta es mucho más difícil, por lo que lo más probable es que tenga que pactar para gobernar. Además, podría salirles otro competidor directo, el partido regionalista que se va a constituir muy pronto y que podría estar liderado por Alberto Garre, todavía con buena imagen entre la sociedad murciana.

Limitación de mandatos

El adelanto electoral, además, acortaría la carrera política de Sánchez en la Región. Y es que, por la limitación de mandatos del presidente que introdujo Garre, solo puede ser elegido una vez más, sea ahora o dentro de cuatro años. En 2019, se adelanten o no las autonómicas, el presidente del Gobierno regional estaría obligado a convocar comicios para la última semana del mes de mayo.