Tener un empleo en la actualidad es más un sueño que una realidad para muchos de los cinco millones de parados en España. Hay ofertas que pueden tener cien solicitudes cada una y saber diferenciarse del resto es esencial. Saber presentarse en una entrevista, conocer los derechos laborales o dominar las cualidades personales requiere cierta formación que no todo el mundo posee, pero que son necesarias. Por eso, muchas organizaciones, fundaciones y ONG ofrecen cursos orientados a encontrar empleo a personas en riesgo de exclusión social. La Fundación FADE (Ayuda, Desarrollo y Educación), Cruz Roja, Cáritas, la congregación de los Maristas, Murcia Acoge, APRAMP o la fundación Diagrama son algunos ejemplos de ello que trabajan actualmente en la Región de Murcia. Sus programas se orientan a la formación y a la inserción laboral.

La Cruz Roja tiene puesto en marcha el 'Plan Empleo', que consta de cuatro fases: Orientación, que asesora individualmente en la búsqueda de trabajo, formación, en donde se imparten cursos, intermediación laboral, donde se realiza un seguimiento personalizado y el autoempleo, que fomenta la creación de un negocio propio. En la región trabajan en Jumilla, Cartagena, Lorca, Murcia y Molina de Segura. En 2014 se consiguió un 35% de contratos, según explica Encarni Marín, directora del Plan Empleo en la Región de Murcia. Incide en la importancia de la personalización del servicio, ya que se analizan las dificultades y necesidades de cada persona, «de esta forma se mejora el nivel de empleabilidad», afirma Marín. Al hacerse una ruta de trabajo, mejoran las capacidades de cada persona. Con la crisis, han surgido nuevos perfiles y han duplicado la atención, aunque los recursos siguen siendo los mismos. Recalca que para la Cruz Roja, «el empleo digno es una prioridad».

La Fundación FADE imparte cursos para ayudar a encontrar empleo a mujeres en riesgo de exclusión social y tiene una bolsa de trabajo en la que se inscriben tanto empresas como buscadoras de empleo. «Hemos elegido trabajar con mujeres por las cifras», declara Cristina Alcántara, responsable de comunicación, «el paro femenino es mucho mayor que el masculino». El programa APORTA realizó trece talleres en 2014, con más de 300 participantes y se consiguieron 20 contratos laborales. Este proyecto nació en 2006 con la primera gran oleada de inmigración en la Región y servía para orientar a las recién llegadas sobre cómo funcionaba el mercado laboral en España. En 2015 se van a impartir 12 cursos que ayudarán a las mujeres a mejorar sus habilidades en trabajos domésticos y de comunicación social orientada a preparar una entrevista de trabajo. Al igual que en el resto de organizaciones, se hace hincapié en el emprendimiento como empresario, por eso organizan unas jornadas con mujeres que hayan creado su negocio.

Cáritas creó recientemente el programa Diocesano de Empleo. En su web afirman que han pasado 2.636 personas, de las que 1.966 son mujeres y 670 hombres. De estos, el 69, 72% son inmigrantes y el 30,27% españoles. Se acoge a los demandantes de empleo y a partir de ahí se les orienta y se les imparten talleres y cursos homologados de FP.

Algunos de los proyectos que tiene en marcha son el Obolo, en Cartagena, dirigido a mujeres en riesgo de exclusión social con las que se realizan trabajos de reciclado de telas que se venden en dos tiendas de ropa. El proyecto Currelando ha sido creado para jóvenes con dificultades para acceder al mercado laboral. También hay proyectos para mejorar las habilidades sociales que ayudan a encontrar un empleo, para parados de larga duración, para formarse en tareas domésticas o de restauración y cocina.

La asociación para inmigrantes Murcia Acoge también posee un programa de inserción sociolaboral llamado 'Programa de Itinerarios de Inserción Laboral. Con este proyecto se pretende evitar la explotación del inmigrante mediante la orientación y asesoramiento, tanto a trabajadores como a empresarios, de cómo mejorar las condiciones de desempleo. Además, poseen una bolsa de empleo para los parados que acuden a ellos, con los que se siguen cuatro etapas para encontrar trabajo. Estas consisten primero en la acogida e información general, seguido de un programa de empelo, después se realizan talleres y formación y por último la inserción laboral. Un tema que tratan además es la conciliación de la vida familiar. Todo esto va dirigido a personas de origen extracomunitario y con los papeles en regla. A estos se les hace un diagnóstico de vulnerabilidad y a partir de ahí se decide si entra en el programa o no. Se hace énfasis en las mujeres.

APRAMP, Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida, también ofrece cursos para la reinserción laboral de las mujeres víctimas de la trata. La formación y orientación laboral van incluidos en el Plan Integral y requiere el compromiso de las alumnas de una asistencia continuada.

La fundación Diagrama, nacida en Murcia, también opera a nivel estatal. Ofrece orientación laboral e itinerarios personalizados. Además tienen unos puntos de información juvenil y varios cursos de formación profesional.

El presupuesto para llevar a cabo estos proyectos viene de diferentes modos. Pueden ser subvenciones de instituciones, fundaciones de empresas, recaudación propia, donaciones particulares, etc. Desde 2008, ha aumentado la demanda de ayuda para encontrar empleo, pero para muchas organizaciones los fondos siguen siendo los mismos.