La Región es la comunidad autónoma con más acoso escolar, junto con Andalucía, según se desprende del informe 'Yo a eso no juego' elaborado por Save The Children. Murcia aparece además entre las regiones con mayor incidencia del ciberacoso.

El 11% de los alumnos murcianos reconoce haber sido víctima de insultos o agresiones de forma ocasional, un porcentaje superior en casi tres puntos a la media nacional (8,1%).

Pero lo peor es que el 2,8% de los escolares declara estar sufriéndolos con frecuencia, un porcentaje que no solo es el más alto de toda España, sino que supone más del doble de la media nacional (1,2%). Ni siquiera Melilla, donde un 2% de escolares se sienten acosados de forma frecuente, alcanza las proporciones de la Región.

La consejería de Educación trabaja desde hace dos años en la reforma de las normas de Convivencia para endurecer las sanciones por actos como el ciberacoso.

Asturias ocupa el último puesto en acoso escolar, con el 3%, seguida de Cantabria (3,2%), Ceuta (3,3%) y el País Vasco (3,6%). El estudio revela además que las niñas sufren el hostigamiento de sus compañeros en mayor medida que los niños y que los varones acosan más.

Andalucía encabeza el ciberacoso, con el 9,5%; seguida por el 7% de Melilla, el 6,1% de Murcia, y el 6% de Baleares. El trabajo, presentado ayer por el director general de la ONG, Andrés Conde, y su responsable de incidencia, Ana Sastre; parte de 21.487 entrevistas a estudiantes de entre 12 y 16 años para analizar la prevalencia y las características del 'bulliyng' y el 'ciberbulliyng' desde el punto de vista del acosador y del acosado, introduciendo perspectiva de género. «No sabemos el por qué de las diferencias, hay que investigarlo», apuntó Sastre.

El 32,1% de los niños de primer y segundo ciclo de la ESO reconocen haber golpeado, pateado o empujado a otro menor y la mitad ha proferido insultos y palabras ofensivas en las semanas anteriores, según se desprende del informe 'Yo a eso no juego' . Según detalla, la mitad de los encuestados reconoce haber insultado o dicho palabras ofensivas a alguien y un 14,7% lo ha hecho de manera frecuente.

A su vez, el 37,1% ha dicho a otras personas palabras ofensivas sobre un tercero, algo que es reiterado en el 9,6% de los casos. Mientras, un tercio (32,1%) «reconoce haber perpetrado conductas violentas, como haber golpeado, pateado o empujado a alguien en los dos últimos meses». Uno de cada diez lo hace con frecuencia.

Seis de cada diez niños reconocen haber sido insultados recientemente y un 22,6% dice que le ocurre de manera habitual. Uno de cada cuatro reconoce que ha recibido golpes físicos, algo que el 6,3% padece frecuentemente.

Golpes que no son físicos

En las redes los golpes no son físicos. Uno de cada cuatro estudiantes ha insultado utilizando Internet o el móvil y casi uno de cada diez ha amenazado a otro niño.

El 7,8% ha utilizado las TIC para difundir rumores y el 5,9% ha retocado imágenes de un tercero que estaban en la red. El resultado es que un tercio de los niños en España ha sido insultado por el móvil o por Internet, el 12,9% ha recibido amenazas y al 6,3% le han pirateado su cuenta en redes sociales. En uno de cada diez casos estas manifestaciones violentas se sufren con frecuencia.

La reiteración es precisamente la clave para distinguir lo que es «una conducta intolerable» de violencia ocasional de un caso de acoso, fenómeno que conforme ha explicado Conde, requiere además de una repetición en el tiempo, una intencionalidad clara por parte del agresor y un desequilibrio de poder físico, psicológico o social del mismo respecto de su víctima.

Cuando se le explica a los niños este concepto y después se les pregunta por su percepción, el 9,3% se identifica como víctima de acoso tradicional y el 6,9% de ciberacoso, o, lo que es lo mismo, 193.000 niños y niñas en España son víctimas de este tipo de persecución, sea digital o analógica. Hasta 44.000 menores padecerían ambas modalidades a la vez.

Quienes se reconocen como acosadores son menos en número. El 5,4%, 64.000 niños y niñas, afirman que han acosado a otros compañeros y el 3,3%, 39.000 menores, admiten haberlo hecho de forma cibernética. Son 19.000 niños y niñas, el 1,6% de los alumnos de la ESO quienes hostigan a sus iguales en ambas esferas.

Las víctimas consideran que han sido acosadas fundamentalmente por el hecho de ser molestadas, percepción que comparte más del 20% de los encuestados. También encuentran explicación en sus características físicas (en torno al 16%) o porque el acosador les tenía manía (15%).