Usted que lo conoce bien, ¿cómo define a Pablo Iglesias?

Pablo Iglesias es un político singular, porque es un político al que le importan las ideas. En general, parece que hay una cierta incompatibilidad entre ser político y tener ideas. Es un estudioso, con mucha capacidad analítica, muy inteligente, bastante radical en sus posiciones, sobre todo en lo que se refiere a la defensa de los trabajadores y de los sectores más dañados de la sociedad. Tiene mucha intuición y es valiente, muy valiente, capaz de arriesgar mucho sin importarle los costes.

¿Cree que se acabará cansando de esto?

A él le gustaría cansarse, pero no se cansará. Mire, hay varias formas de llegar a la política. Una, para ganar dinero, como dijo un político al que no voy a nombrar, porque me he olvidado de su nombre. Otra, para mandar, por la erótica del poder. Una tercera vía es para dirigir un proyecto de país. Pablo es un estadista a la altura de Winston Churchill o Juan Negrín. Personas que tienen un proyecto de país y usan la política para llevarlo a cabo. El proyecto de Podemos es disputarle la hegemonía tanto al nacionalismo español como al periférico. Eso una novedad radical en la política española. Podemos está intentando convencer a los españoles de que la única manera de construir una España unitaria es reconociendo su diversidad. A mi juicio, es un proyecto novedoso y complicado, pero con mucha grandeza.

¿Cómo cree que acabarán las negociaciones para la formación de Gobierno?

Soy muy escéptico, porque no me fío de PSOE ni de Ciudadanos. Me gustaría un Gobierno de progreso para cambiar el país, pero el problema es C's, que dice que con Podemos no va a ni a la vuelta de la esquina. ¿Cómo se puede alcanzar un acuerdo con una fuerza política que dice que nunca se va a sentar con Podemos? Por lo tanto, si el PSOE negocia de manera equidistante con los dos partidos, alguna trampa hay. ¿Qué trampa? Pues que el PSOE va a llegar a un acuerdo con C's, que posiblemente ya esté cerrado, y se va a escenificar una obra de teatro parlamentaria consistente en que o Podemos permite, con su voto o abstención, que Pedro Sánchez sea presidente, o será el culpable de que la derecha siga. Quieren crear la sensación de que hay una pinza entre PP y Podemos para evitar un Gobierno del PSOE. C's es más de derechas que el PP. Es la patronal. Si Sánchez negocia con ellos, negocia con los poderes económicos. Poner al mismo nivel a C's y a Podemos es una trampa para impedir que haya en España políticas alternativas al neoliberalismo.

La izquierda lleva años en Murcia viendo cómo gana la derecha. ¿Qué recomienda para revertir la situación?

Pegarse a la gente. Siempre digo que si la gente no te sigue, es porque no estás con sus problemas, con sus necesidades. Aquí no se ha sabido combatir el discurso alternativo al de la derecha con el mito del agua. Lo que tiene que hacer la izquierda es fundirse con la gente, respetarla, intentar encontrar por qué piensa como piensa y por qué vota como vota. Le pongo el ejemplo de Zamora, donde gobierna IU. ¿Hay tanta gente de izquierdas allí? No. Si se gana es porque se trabaja bien. Si en Zamora es posible, también lo es en Murcia.