Pasaban pocos minutos de la medianoche del viernes cuando los estudiantes alojados en la residencia Alberto Colao recibieron el acuso de abandonar el edificio. Pese al desconcierto de los primeros instantes, el desalojo del inmueble fue ejemplar y en apenas diez minutos todos los residentes se encontraban fuera de las instalaciones. Fue entonces cuando supieron la gravedad de la situación. La Guardia Civil había alertado a la Policía Nacional de una posible amenaza de bomba en la Asamblea Regional, tal y como había informado el instituto armado desde Madrid.

En concreto, la Benemérita informó a la Policía de una furgoneta de color oscuro y con matricula extranjera aparcada frente a la Cámara Autonómica, en el paseo Alfonso XIII, que podría estar cargada de explosivos.

El estacionamiento del propio vehículo, subido en parte a la acera, también motivo las sospechas de los agentes policiales al acudir al lugar.

Una vez en el Paseo, con la colaboración de la Policía Local de Cartagena, los agentes acordonaron toda la manzana de la Asamblea, que también abarca la residencia de estudiantes, el colegio Virgen del Carmen, las oficinas de la Casa de la Juventud, Radio Nacional de España y las nuevas instalaciones deportivas de la Universidad Politécnica de Cartagena, y cortaron la circulación en la principal vía de entrada a la ciudad durante al menos una hora.

Las comprobaciones de la Policía Nacional llevaron a los agentes a cerciorarse de que en el interior de la furgoneta no había explosivo alguno, ni otro material que pudiera ser peligroso para la integridad del edificio parlamentario o los inmuebles adyacentes, así como para la vida de las personas -aunque a esas horas de la noche apenas paseaba gente por la calle y los únicos implicados fueron una veintena de estudiantes que se alojaban en la residencia universitaria. Se trataba de una falsa alarma, concluyeron los efectivos policiales.

La investigación sobre el terreno llevó a los agentes a averiguar que el vehículo era propiedad de un ciudadano extranjero de unos 30 años y del que no ha trascendido su identidad, que se encontraba alojado en el hotel Alfonso XIII, a escasos metros de la Asamblea Regional.

Los agentes le tomaron declaración sobre la una y media de la madrugada, según indicaron fuentes cercanas a la investigación.

Hace varias semanas se produjo otra falsa amenaza de bomba en el instituto Isaac Peral de Cartagenainstituto Isaac Peral de Cartagena, que se encuentra muy cerca de la Asamblea.

Una de las estudiantes de Alberto Colao desalojadas anoche también fue evacuada cuando se produjo el aviso de bomba en el Isaac Peral.

El propietario retira la furgoneta negra del entorno de la Asamblea Regional.